Habrá «correcciones» para evitar la picaresca en la vacunación, pero no sanciones para quien se haya saltado ya su turno. Ese fue el mensaje que se lanzó desde San idad tras el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud de ayer entre Gobierno y autonomías en el que se estrenó como ministra en esta cartera Carolina Darias. La nueva titular sanitaria consideró en la rueda de prensa posterior al encuentro respecto a esta situación -que ha salpicado de polémica las últimas jornadas de vacunaciones- que deben ser criterios médicos los que «se pronuncien» sobre poner la segunda dosis de la vacuna a los que se han saltado el turno, los cuales pese a no tener sanciones deberían tener «el rechazo social».

No en vano, Darias remarcó que «ante un bien escaso» como es la vacuna, deben imperar los «robustos principios éticos» contemplados en la estrategia de vacunación. Y por eso esta estrategia ha priorizado a los más vulnerables para recibir las primeras dosis. «Las personas que se saltan el protocolo, deben tener el rechazo social sin duda alguna, pero en cuanto a poner la segunda dosis o no deben ser los criterios médicos los que se pronuncien al respecto».

Seguir las indicaciones

En la reunión de ayer, Gobierno y comunidades dieron luz verde a un acuerdo, aunque no por unanimidad, en el que se resalta que «seguir fielmente las indicaciones de dicha estrategia, que son las que nos han dado los expertos en base a criterios científicos y éticos, constituye la mejor garantía para lograr superar con rapidez y eficacia la pandemia». «Y, por ello, no son admisibles ni atajos ni desviaciones indebidas respecto de lo que entre todos hemos acordado», añadió.

Gobierno y comunidades se emplazan así a «extremar el seguimiento, análisis y control de la aplicación de la estrategia de vacunación, adoptando las medidas preventivas y correctivas que resulten necesarias para garantizar que los procesos de vacunación se llevan a cabo de acuerdo con lo acordado en dicha Estrategia». Pero, según precisó la ministra, «las medidas correctivas en ningún caso se refieren a sanciones, sino a correcciones del propio proceso de vacunación».

Si algo deja el casi año que lleva la pandemia en España es que sus registros nunca crecen o decrecen en sintonía, sino que lo hacen escaladamente, poco a poco, al menos en cuanto a sus curvas se refiere. En este sentido, si el pasado miércoles los contagios mostraban una mejoría respecto a los valores que se apreciaban siete días antes, el balance de este jueves dejó una nueva noticia de esperanza, la de la incidencia acumulada, que por primera vez desde que diera comienzo la tercera ola ofreció un respiro -habrá que ver si puntual o se estabiliza- en un contexto claramente límite, especialmente en sus hospitalizaciones uci, con una presión desmesurada, que sube un punto y se sitúa ya de media en el 42,8 %.

En este escenario, España notificó ayer 34.899 nuevos positivos -una mejoría respecto a los más de 40.000 que se venían encadenando en las últimas jornadas-, aunque eso sí acompañados de 515 muertes más, con la incidencia en 889 casos por 100.000 habitantes en 14 días, diez puntos por debajo de la del miércoles. Porque según los datos de Sanidad, el crecimiento de la pandemia se ralentiza como demuestra también la evolución de la incidencia a siete días, que baja por segunda jornada consecutiva de los 420 casos por 100.000 habitantes del martes y los 414 del miércoles y a los 397 de ayer. Así, pese a que en rueda de prensa el portavoz del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, pidió tomar estos datos con «mucha precaución», confió en que muy probablemente los próximos días se seguirá viendo ese descenso «muy suave» de la incidencia en la media nacional.

La preocupación autonómica

Con todo ello, la Comunitat Valenciana sigue siendo la autonomía que lidera la incidencia acumulada, con 1.438 casos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días, seguida de Castilla y León con 1.414, Murcia con 1.338, La Rioja con 1.324 y Casilla-La Mancha con 1.238 y Extremadura con 1.224. También la ciudad autónoma de Melilla supera el millar. Por debajo del umbral de 500 casos tan solo se encuentran Canarias con 186, Cantabria con 397, y el País Vasco y Navarra, con 492 y 493 respectivamente.

Mientras, en los hospitales españoles hay 30.726 personas hospitalizadas con covid, que ocupan un 24 % de las camas totales, de las cuales 4.608 personas están en cuidados intensivos y ocupan el 42,8 % de las camas ucis. De este último valor, preocupa especialmente también la Comunitat Valenciana con la ocupación en las unidades de cuidados intensivos con en el 62,9 %. Además, con tasas de ocupación uci por encima del 50 % se sitúan también La Rioja (58,6 %), Castilla-La Mancha (54,53 %), Melilla (52,9 %), la Comunidad de Madrid (51,6 %) y Cataluña (50,6 %).

Frente a estos datos, Fernando Simón auguró que la presión se va a seguir manteniendo durante unos días más, pese a que comience el descenso en la incidencia. Sería posible una «estabilización» en la ocupación hospitalaria a principios de la semana que viene solo si se consigue una reducción drástica de la transmisión, porque, de lo contrario, seguiría subiendo la presión y la situación sería «muy complicada», remarcó el epidemiólogo.

La cepa británica

Respecto al futuro, Simón estimó que la variante británica del coronavirus superará a finales de febrero o a principios de marzo el 50% de los casos activos en España y se convertirá así en la cepa predominante, algo que coincidió en la misma jornada en que Galicia detectó el primer contagios de la variante sudafricana. De momento, Simón explicó que, a nivel nacional, la cepa británica representa ahora entre el 5 % y el 8 % de los casos, pero alcanza el 20 % en algunas comunidades autónomas «reducidas de tamaño».

Por otro lado, la nueva ministra de Sanidad, Carolina Darias, volvió a rechazar, como ya hiciera su predecesor en el cargo, Salvador Illa, adelantar el toque de queda más allá de las 22.00 horas como le solicitaron algunas autonomías, a las que les exhortó ayer en el Consejo Interterritorial a que el actual estado de alarma «deja margen» para tomar más medidas restrictivas en caso de ser necesario para controlar la tercera ola del virus.

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r.e. valència