Los forenses han encontrado en el cuello de Florina Gogos, la joven rumana de 19 años a la que prostituían en una curva de la pista de Silla, en Albal, y que el pasado sábado fue encontrada muerta a 800 metros de allí, dentro de una acequia, señales compatibles con un estrangulamiento. De todas maneras, aún es pronto para que puedan emitir un dictamen determinante de que murió como consecuencia de una asfixia mecánica -uno de los procedimientos recurrentes en los crímenes de género contra mujeres-, ya que la autopsia todavía no ha finalizado.

Según fuentes de toda solvencia consultadas por Levante-EMV, los forenses que han realizado el estudio necroscópico del cuerpo de Florina han encontrado en su cuello determinadas muescas que se dan en los estrangulamientos. Sin embargo, falta por determinar si esas marcas son pre o postmortem, es decir, si le fueron infligidas cuando aún vivía, lo que permitiría concluir que murió estrangulada, o si son posteriores a su muerte, en cuyo caso seguirían sin poder explicar la causa del fallecimiento.

Para ello, enviarán al laboratorio de Toxicología Nacional en Barcelona tejidos extraídos de esas zonas del cuerpo para que puedan ser sometidos a un estudio histopatológico en el que se determine si hubo respuesta vital cuando le fueron infligidas.

El avanzado estado de descomposición que presenta su cuerpo, tras pasar 22 días sumergido en agua y lodo, complican extraordinariamente el trabajo de los forenses y dificultarán también el análisis histológico bajo el microscopio, de manera que puede que esa prueba no permita obtener datos concluyentes sobre la causa de la muerte.

En todo caso, son las únicas señales halladas en el cuerpo que llevan a pensar en el homicidio, hipótesis que se refrenda con el resto de datos que ya maneja el grupo de Homicidios de la Guardia Civil de València. Esa investigación se basa en varios hechos objetivos, como que Florina Gogos desapareció mientras la joven era explotada sexualmente -algo que niega su compañera de piso y denunciante de su desaparición el 9 de enero pasado-, pero que los especialistas de Homicidios dan como cierto.

Una cámara de seguridad

Fue en esas circunstancias en las que se subió a un coche blanco alrededor de las 17.30 horas del pasado 8 de enero, bajo un fuerte aguacero. El vehículo la recogió en la curva que ocupaba Florina desde hacía menos de un mes, tal como captó una cámara de seguridad de una empresa situada en las inmediaciones. Esa imagen recoge cómo el coche con sus dos ocupantes se interna en el Camí de la Marjal y tuerce por el primer camino de tierra a la derecha. Menos de 20 minutos después, el vehículo fue grabado saliendo del camino e incorporándose al ramal de la pista de Silla hacia la autovía de Albal a toda velocidad.

Ni un rastro más de Florina, hasta que el pasado sábado la encontró muerta en la Séquia de la Font de la Marjà un cazador de Silla, pasadas las nueve de la mañana. La joven estaba vestida y conservaba su bolso con la documentación.

Los agentes de la Guardia Civil centran desde entonces sus esfuerzos en identificar a quienes la explotaban, por un lado, y en identificar ese vehículo, cuya matrícula no es visible en la grabación debido a la intensa lluvia. Los investigadores tratan de saber si se trataba de un prostituidor que ya había estado antes con Florina o con la joven que la precedió en esa curva hasta diciembre, o si la joven asesinada ha sido víctima de un ajuste de cuentas, dada la rapidez con que se produjeron los hechos que desembocaron en su muerte.

Frente al Ayuntamiento de Albal ayer se guardó un minuto de silencio para condenar el crimen y la explotación sexual de otras mujeres como Florina. Las autoridades presentes, entre ellas la delegada del Gobierno en la Comunitat, mostraron su compromiso para abolir la prostitución.