El que fue informático del banco HSBC Hervé Falciani, condenado en Suiza por espionaje económico por sustraer información de miles de defraudadores que escondían sus fondos en esa entidad, señala que uno de los problemas más relevantes en la lucha contra el blanqueo de capitales es que, al igual que ocurre en el mundo de la comunicación, el modo de blanquear se ha «democratizado», según ha señalado en una conferencia.

El director de la Agencia Antifraude Valenciana, Joan Llinares, que centró su exposición en las denuncias de corrupción, añade que la asignatura pendiente en España desde hace años es la aplicación de la Convención de Naciones Unidas contra la corrupción que se aprobó en 2003 y que fue ratificada en 2006.

Sobre este asunto indicó que España «no aplica las mayor parte de las medidas que se exigen», como la de crear órganos independientes encargados de prevenir la corrupción, establecer medidas para que funcionarios públicos denuncien casos de corrupción, o facilitar el acceso a órganos de lucha contra la corrupción para que se pueda denunciar incluso de manera anónima».

Experiencia en València

Sobre su experiencia en Valéncia indica que cuando se creo la agencia se hicieron los canales para que se pudieran denunciar casos, y se estableció un estatuto de la persona protegida. Al hilo, informó de que en la actualidad su agencia protege a 21 personas, la mayor parte funcionarios públicos, que sufren represalias en el ámbito laboral y familiar por sus denuncias.

«Hoy por hoy, las personas no se sienten respaldadas cuando denuncian. Nosotros trabajamos para tener la máxima protección del denunciante, que es la denuncia anónima», añadió.