La existencia de un proceso de competencia desleal, conocido por «dumping» fiscal, que permite a la Comunidad de Madrid beneficiarse del efecto capitalidad que le otorga numerosos recursos que no tienen el resto de autonomías y a su vez bajar impuestos cuando otras autonomías, como la valenciana, no pueden hacerlo por estar infrafinanciadas, ha sido criticado especialmente desde el Consell valenciano, pero también por otras autonomías.

Ahora, la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, ha decidido pasar al ataque y financiar un estudio que rechaza la existencia del ‘dumping’ fiscal. El estudio lo realiza la Universidad Juan Carlos I y con él la presidenta autonómica busca un aval a su política tributaria. Además, un exsenador de la época de José María Aznar dirige la investigación, financiada con 20.000 euros públicos.

El gobierno autonómico de Díaz Ayuso considera que ese estudio supondrá un aval a la política de impuestos bajos (que sobre todo Ciudadanos y PP defienden para su implantación en la Comunitat Valenciana) pero que choca en un momento en el que la pandemia ha demostrado la necesidad de reforzar lo público. Ya en el convenio que Ayuso ha firmado con la universidad se señala que una política tributaria a la baja tiene como respuesta unas mayores cotas de desarrollo, prosperidad y riqueza para el territorio que auspicia este tipo de políticas, como defienden PP y Cs.

Según varias informaciones publicadas en las últimas horas, el Gobierno de Díaz Ayuso tiene intención de gastar 20.000 euros en esa investigación sobre la que la oposición madrileña ha puesto el grito en el cielo porque da la impresión de que avalará la política fiscal madrileña ya antes de que el estudio esté realizado puesto que de partida va a estar ya dirigido por una persona que ha formado parte como cargo público del Partido Popular.

Existen otros informes

En contra de lo que planea Ayuso existen otros informes ya publicados en instituciones internacionales como la London School of Economics que recogen literalmente que no hay ninguna consecuencia negativa en subirle los impuestos a las rentas más altas. De hecho, formaciones como Compromís se reunieron meses atrás con técnicos de Hacienda (Gestha) que vieron adecuado reformar al alza la política fiscal valenciana e incluso la creación de nuevos impuestos propios.