El exministro de Sanidad y catedrático en Fisiología, Bernat Soria, apuesta a que el final del coronavirus no llegará con las vacunas "por muy efectivas que sean, que lo son". "El virus continuará con nosotros y continuaremos teniendo enfermos de covid", ha dicho el doctor en Medicina por la Universitat de València, quien ha defendido que, por ello, se necesitan "tratamientos" como el que está investigando desde la Universidad Miguel Hernández en el proyecto Balmis 19 junto a otras seis universidades y hospitales.

Según ha analizado en una videoconferencia organizada por Nueva Economía Fórum, las vacunas que están en marcha, "y las muchas que vendrán", tienen una efectividad del 90 %, es decir, "hay un 10 % de contagios que siguen pudiendo sufrir la enfermedad". Ese 10 %, si hay 100 millones de contagiados, es de 10 millones de los que si otro 10 % sufre consecuencias graves "ya es un millón de personas que necesitarán ingreso en UCI y tratamiento".

Soria ha explicado que uno de los proyectos que coordina está dirigido a paliar las "complicaciones inflamatorias tromboembólicas que son por las que fallecen muchos pacientes de la covid en los hospitales". Así, ha desgranado que se trata de un medicamento celular, "que es seguro, tolerado, del que sabemos la indicación de dosis y que ya hay signos de eficacia". En este sentido, ha indicado que sus estudios arrojan una posibilidad de reducción de la mortalidad a la mitad.

El catedrático y exministro Soria durante la videoconferencia de este viernes. Levante-EMV

Asimismo, ha destacado que también se encuentra en otro proyecto junto al Hospital La Paz de Madrid para crear una linfoteca, una especie de reservorio de linfocitos, anticuerpos, de la misma manera que se hace con los bancos de sangre y plasma para poder tratar los problemas infecciosos de la covid en pacientes inmunodeprimidos. Para este proyecto ha indicado que la Agencia Valenciana de la Innovación ha destinado una pequeña partida.

Por otra parte, Soria, exministro socialista, ha contradicho las indicaciones del president de la Generalitat, Ximo Puig, (al que ha asegurado querer "muchísimo") sobre no inocular la segunda dosis en aquellos cargos públicos que se vacunaron antes de tiempo. "Es una actitud inadecuada, pero no se les puede castigar con no ponerles la segunda dosis porque un tratamiento médico no se puede parar a mitad", ha aseverado al tiempo que ha asegurado que este pillaje "significa que las vacunas son buenas".