Una empresa contactada por el Ayuntamiento de Alicante y el Cabildo de la Concatedral de San Nicolás ha comenzado esta mañana las labores de desinfección del monasterio de Santa Faz, donde nueve de las once monjas de clausura que allí se encuentran han resultado contagiadas tras un brote de coronavirus, según confirmaron ayer fuentes municipales.

Cerca de las 10 horas, cuatro trabajadores de Laboratorios Lokímica han llegado en dos furgonetas al monasterio, se han colocado los trajes EPI y han accedido al interior. En estos momentos, continúan las labores de desinfección del espacio. Está previsto que trabajen durante la mañana en algunas partes de la casa de religiosos que dan al exterior.

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El Cabildo de la Concatedral emitió ayer un comunicado en el que explicaba que, tras haber conocido la situación, la habían puesto en manos de la Autoridad Sanitaria, y que, además de las monjas contagiadas, “personas encargadas del culto están también confinadas por contacto con positivos”.

Las Monjas de la Sangre llevan custodiando la reliquia desde hace un año y medio, tras la salida de las Clarisas. Tanto el templo como el monasterio se encuentran cerrados, y así continuarán a la espera de las indicaciones que apunte Sanidad.