La inversión del Gobierno en obra pública cayó un 49 % el año de la pandemia

Las inversiones del Gobierno durante 2020, el año de la pandemia, cayeron un 49,57 % en la Comunitat Valenciana. Una cifra muy parecida al descenso de la inversión en obra pública en toda España que también se redujo a la mitad, un 55,8 % durante 2020, según la estadística mensual que elabora la Cámara de Contratistas de la Comunitat Valenciana.

Una caída que supuso que la Administración General del Estado solo movilizara en la Comunitat Valenciana 206,6 millones de euros de enero a diciembre de 2020 cuando en el mismo periodo del año anterior la cifra fue 416,9 millones y otros 670 millones en 2018.

Los 206,7 millones invertidos por el Ejecutivo de Pedro Sánchez en 2020 en la Comunitat Valenciana supone la mitad de lo que movilizó la Generalitat en el mismo periodo ya que las distintas conselleries licitaron obras por valor de 529,7 euros, un 39,52 % más que el año anterior. Aunque los ayuntamientos valencianos y las tres diputaciones sumaron actuaciones por valor de 568,5 millones de euros.

Disminuciones nunca vistas

Ante estas cifras, el gerente de la Cámara de Contratistas, Manuel Miñes, asegura que «nuestra ratio de participación en la licitación nacional apenas ha variado ya que ha pasado de representar el 6,47 % en el año 2019 al 6,52 de 2020 (206,7 millones invertidos en la Comunitat Valenciana de los 3.166,3 millones movilizados a nivel estatal).

Caídas que obviamente cabe achacar al estado de alarma que se decretó el año pasado y que congeló la actividad económica. Aunque Miñes considera que «es significativo y nunca visto la disminución en términos absolutos y relativos de la licitación de la administración general del Estado, pero también del Ministerio de Transportes y sus empresas dependientes como Carreteras y Adif en un sólo año».

Precisamente, el área de Carreteras es que la que presenta una de las situaciones más «preocupantes» ya que la dirección general del ministerio «no ha licitado en siete meses ni una sólo actuación nueva, sea desdoblamiento, variante de población o mejoras de conservación y mantenimiento de las carreteras actuales», explica Miñes.

La Cámara de Contratistas añade que «el triste balance de la C. Valenciana en materia de carreteras son los 15,4 millones de la conexión de Vinaròs con la AP-7 y otros 5,1 millones para la conservación del sector V-5 en diciembre de 2020. De ahí el sonrojante 3,83 % que representan las licitaciones en carreteras en la Comunitat Valenciana respecto a la cifra estatal».

La inversión del Administrador de infraestructuras ferroviarias (Adif), la empresa pública dependiente del Ministerio de Transportes, aún fue menor ya que apenas licitó actuaciones por 17,8 millones en 2020 para la C. Valenciana (el 2,4 % respecto a la inversión estatal). Una cifra decepcionante si se tiene en cuenta el retraso en la inversión que acumulan las infraestructuras de cercanías.

«Hay un total abandono del Plan de Cercanías 2017-2025 para la Comunitat Valenciana cuya inversión ascendía a 1.436 millones, según la planificación anunciada por el ministro de Fomento Íñigo de la Serna, el 17 de diciembre de 2018». A lo que se suman los «retrasos ya decenales y sistémicos de Adif en el corredor mediterráneo» que no avanza con el «indignante 2,4% de cuota en las obras».

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