¿A quién vacunar los siguientes? La llegada de la vacuna de AstraZeneca contra la covid-19 toca de nuevo replantearse quiénes serán los destinatarios de esta inmunización. Esta tiene una dificultad mayor: las autoridades sanitarias han acordado no inyectar estos viales a las personas mayores de 55 años ante la falta de datos en los estudios de la farmacéutica y la Universidad de Oxford.

Más allá de acabar la tarea empezada en el grupo 1 con residencias, personal sociosantiario y sanitario y grandes dependientes no institucionalizados (objetivos que todavía siguen en marcha), ya está sobre la mesa la discusión de quiénes serán los próximos.

Así, desde la Sociedad Española de Medicina Preventiva y Salud Pública reclamaron que el orden obedezca al riesgo ante enfermedades crónicas. En un documento elaborado por especialistas de esta entidad señalaron entre las condiciones clínicas con riesgo alto la edad (tener 70 años o más), la obesidad de grado III o el síndrome de Down.

Patologías de riesgo ante la covid-19

También se incluyen dentro del riesgo alto, según esta asociación, la diabetes no controlada, contar con enfermedades cardiovasculares o ser paciente oncológico. A estas patologías le añaden una clasificación según la «confianza» de la asociación que avale ese riesgo (el nivel de investigación al respecto) de muy baja a moderada y un nivel de «fuerza de recomendación» de «débil a favor» a «fuerte a favor» siendo todas las mencionadas en el artículo como «moderada» y «fuerte a favor».

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El director de la Cátedra Francisco Balmis de Vacunología y profesor de la Universidad de Alicante, José Tuells, defiende que la vacunación ha de priorizarse "por vulnerabilidad ante la salud" y que se destinen Pfizer y Moderna a las personas mayores mientras que AstraZeneca se inocule a los enfermos crónicos menores de 55 años.

La doctora y miembro del Comité Asesor de Vacunas, María Garcés-Sánchez, explica que cuando las personas se hacen mayores «el sistema inmune también se deteriora, envejece», un fenómeno que se llama «inmunosenescencia». Así, «a un diabético joven se le presupone un buen sistema inmune aunque tenga una enfermedad», añade, por lo que esta vacuna sí que podría hacerle efecto y desarrollar la protección necesaria ante el virus.