«La pandemia del coronavirus ha constatado la necesidad de reforzar todo el sistema público de salud, que está resistiendo gracias al enorme trabajo de los profesionales», aseguró ayer el presidente de la Generalitat Valenciana para anunciar un plan de choque cuya finalidad será acelerar los plazos de las infraestructuras sanitarias pendientes en la Comunitat Valenciana y que se consideran estratégicas para responder, no solo a la pandemia, sino también a las necesidades de una postpandemia que se prevé también bastante larga de cara a volver a recuperar los niveles de atención adecuada de aquellos pacientes que sufran otras enfermedades, que en estos momentos se han visto relegadas por la gravedad de la emergencia de la covid-19.

Obras estratégicas de Sanidad

Un ejemplo para ilustrar este plan de choque sería lo que se ha hecho con la declaración de «interés general» de las obras de ampliación del Hospital Clínico de València para duplicar su capacidad. El pleno del Consell aprobó esta obra por la vía de la emergencia el pasado viernes, tal como avanzó Levante-EMV.

La decisión de poner en marcha este plan de choque se tomó tras la reunión de trabajo matinal que mantuvieron el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y la consellera de Sanidad Universal y Salud Pública, Ana Barceló.

Al encuentro también asistieron la secretaria autonómica de Modelo Económico y Financiación, y Comisionada para la coordinación de los suministros frente a la covid-19, María José Mira; la secretaria autonómica de Eficiencia y Tecnología Sanitaria, Concha Andrés; y la directora general de Régimen Económico e Infraestructuras, Carmelina Pla.

El presidente Puig, en la reunión con la consellera Barceló y otros altos cargos, ayer.

En la reunión se abordó la «necesidad de acelerar» la mejora del sistema sanitario público valenciano, en especial en lo que concierne a las obras de dotaciones en desarrollo, como puede ser la del Hospital Clínico, y las previstas en el Plan de Infraestructuras sanitarias, que también se analizó. Cabe recordar que la Generalitat ya anunció que planteaba destinar 256 millones del fondo europeo de reconstrucción REACT-EU a gasto en sanidad e infraestructuras sanitarias.

Según Puig, las próximas semanas se concretará «un paquete de obras para preparar la era postcovid» de cara a «una cuestión clave, la necesidad de reforzar el sistema público sanitario». El jefe del Consell citó esa ampliación del Clínico, que gracias a la calificación de emergencia, acelerará las obras a lo largo de este año con un «avance sustancial» para estar operativa en 2022 con el doble de capacidad, al pasar de las 495 camas actuales (que todos los años se quedaban cortas solo por la gripe) hasta las 966 proyectadas. Además, el proyecto considerado «de interés general» aumentará en un 40 % el número de consultas externas, de 132 a 185, doblará las UCI y las camas de reanimación de 33 a 66. Se aumentarán los quirófanos un 30 %.

Reforzar el sistema público

«Es necesario reforzar el sistema público para atender todas aquellas patologías que en este tiempo desgraciadamente no han podido ser atendidas con total suficiencia» debido a la pandemia, declaró Puig. En los presupuestos de la Generalitat para 2021, Sanidad crecía un 10 % y preveía, sobre todo, mejorar la atención primaria. Así, la construcción de 20 centros de salud o la ampliación de otra docena de ambulatorios podrían acelerarse con este plan, así como el nuevo hospital de Ontinyent, o las ampliaciones del General de Castelló o de la Marina Baixa. Fuentes de Sanidad señalaron que a partir de la reunión de ayer se va a trabajar en el «listado de obras a priorizar».

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