Sin fecha de vacuna para los que tratan con la muerte

Trabajan en primera línea del campo de batalla retirando los cadáveres de las víctimas que deja el coronavirus, los funerarios, o analizando minuciosamente sus cuerpos en la sala de autopsias, los forenses, pero ninguno de estos dos colectivos está incluido en el grupo prioritario de vacunación al no ser considerados personal sanitario esencial. Por ello exigen que el comité de vacunación los incluya en el grupo de personal médico de riesgo.

Los médicos forenses del Instituto de Medicina Legal de Valencia han mostrado su «intenso malestar tras ser abandonados en el primer plan de vacunación», al no haber sido incluidos dentro del grupo sanitario de primera línea, como servicio médico esencial durante toda la pandemia, y desde el martes estén clasificados en el grupo tres de vacunación, para personal sanitario de menor riesgo. Además, todo indica que la vacuna elegida para administrar a este colectivo es la de AstraZeneca, cuya eficacia es menor que otras que se están usando con los sanitarios, y que no está adaptada a los riesgos que se enfrentan en el día a día, según aclaran estas fuentes.

Exigen una rectificación inmediata por parte del comité de vacunación para su inclusión

No entienden que el comité haya considerado que el ejercicio de la medicina forense presenta menores riesgos que, por ejemplo, la medicina de atención primaria o cualquiera de las especialidades quirúrgicas. «Esta decisión pone de manifiesto que el comité de vacunación desconoce el trabajo de la medicina forense o no se ha preocupado por conocerlo», explican estas mismas fuentes.

Los forenses se exponen tanto en los reconocimientos médicos en las clínicas judiciales, en levantamientos de cadáveres en domicilios con víctimas de covid y familiares confinados, levantamientos de cadáveres en los que se desconoce su exposición al virus, realización de autopsias judiciales a fallecidos de covid o sospechosos, reconocimientos médicos en residencias de la tercera edad, toma de muestras diarias para la realización de test rápidos y pruebas PCR, entre otras funciones.

Así, el colectivo médico forense exige una rectificación inmediata por parte del comité de vacunación, y su inclusión como colectivo esencial dentro del grupo sanitario de mayor riesgo, y que se les administre aquellas vacunas que se han demostrado más eficaces.

Un trabajador de la funeraria Memora falleció en enero y otro ha estado ingresado veinte días en la UCI

Otro colectivo olvidado

Lo mismo ocurre con los profesionales funerarios, que ni siquiera están en el grupo tres de otros grupos sanitarios, pese a que deben cumplir con el reglamento de policía sanitaria mortuoria y están en contacto directo con los fallecidos. «Para que nos reglamenten, nos controlen y nos dirijan sí que estamos dentro del ámbito sanitario, y sin embargo para las vacunas parece que no existimos”, critica Fernando Alcón, presidente de la Asociación Española de Profesionales de los Servicios Funerarios (AESPROF), quien advierte que si sigue la carga de trabajo del pasado mes de enero y con un quince por ciento de bajas que arrastran por los contagios, “llegue un momento no podamos atender los servicios y los muertos se acumulen en las morgues, entonces el problema va a ser para las familias”.

El evidente riesgo que corre este colectivo que trata día a día con los muertos por covid se refleja en los casos de contagios graves detectados. De hecho, un trabajador valenciano de 43 años, de la funeraria Memora, falleció el pasado 19 de enero por covid y otro compañero suyo ha estado ingresado durante veinte días en la UCI del Hospital La Fe de València.