Encaminados a un verdadero "mundo de asfalto"

Acumular objetos y cosas innecesarias en casa es un hábito que tenemos casi todos los seres humanos del planeta (unos más que otros). Esta costumbre, a veces, puede llegar a alcanzar y sobrepasar la línea de lo patológico. Pues bien, hace un par de meses salió en la revista científica Nature un artículo que hacia referencia al síndrome de Diógenes que sufre la Tierra, donde nosotros nos convertimos en los verdaderos culpables. Desde Meteored, realicé una síntesis de la noticia y, para nuestra sorpresa, la conclusión del estudio no fue nada favorable. El grupo de investigadores del Instituto de Weizmannn de Ciencias de Israel llegó a la conclusión de que la masa creada por el hombre excederá en estos próximos años a la biomasa total en el mundo. Eso sí, por el momento, la masa antropogénica que agrupa la construcciones de hormigón y ladrillo ya supera el peso de los árboles y arbustos del planeta. Actualmente, podemos decir que los barcos, electrodomésticos, carreteras y demás infraestructuras creadas por el humano con ladrillos, asfalto o plástico, actualmente están a punto de pesar lo mismo que la biomasa, alrededor de 1.100.000.000.000 toneladas. Se estima que la masa creada por el hombre se está produciendo aun ritmo de 20.000.000.000 toneladas al año. Esto quiere decir que cada semana creamos más materiales que el peso corporal de todas las personas del planeta… ¡una verdadera locura! Este estudio reconoció, que el ser humano está cambiando la naturalidad del planeta a una velocidad descomunal. Desde el Neolítico, hace unos 12.000 hasta la actualidad el hombre ha reducido la biomasa global casi a la mitad. También, hay que recordar que aunque mucha cantidad de terreno se utilice para cultivar, otro mucha se pierde con la deforestación y con el cambio en los usos del suelo. Esta nueva investigación implica una verdadera advertencia para el futuro. Toda esta acumulación de masa artificial, que en varios años se convertirá en desperdicio, tiene varias implicaciones para los hábitats naturales, biodiversidad y ciclos climáticos. Si las tendencias actuales se mantienen, la masa antropogénica crecerá hasta tres veces la biomasa mundial en 2040, y nos enfrentaremos a un planeta o ‘mundo de asfalto’ con enormes flujos de deshechos.