«El lobo llegará al territorio valenciano, igual puede ser en cinco años o más, la expansión es lenta aún pero llegará». Así de rotundo se muestra Vicente Palacios, doctor en Biología y enamorado del Canus lupis desde la infancia por los programas televisivos de Rodríguez de la Fuente. Palacios esperaba su entrada por el interior de la Comunitat Valenciana hace ya diez o quince años. Especialmente por Castelló, ya que en Los Monegros, en Aragón, se han visto un par de ejemplares llegados desde los Pirineos. Otro punto de penetración sería el Rincón de Ademuz. «Por el sur es más complicado pues en Sierra Morena se da casi por extinguido», explica.

Dos son los factores que favorecen el retorno de este mamífero carnívoro: la despoblación de las zonas rurales y el abandono de las parcelas agrícolas que año tras año aumentan la masa forestal. Lo cierto es que el «blindaje» de la especie por parte del Ministerio para la Transición Ecológica ha soliviantado a ganaderos, agricultores y cazadores.

Una polémica en la que el ministro de Agricultura, Luis Planas, se ha posicionado abiertamente en contra de Teresa Ribera, socialista y compañera suya en el Consejo de Ministros.

«Comparto la preocupación de los ganaderos con la propuesta de que el lobo tenga una salvaguarda especial, lo que hay que buscar es un justo equilibrio», añadía unos días después de que la Comisión Estatal para el Patrimonio y la Biodiversidad sacara adelante el proyecto de protección del lobo con el voto de calidad del representante del departamento que dirige Ribera.

Las comunidades autónomas que más censo de lobos tienen en su territorio, se opusieron. En la valenciana, el sector agrícola protestó también abiertamente.

Palacios, que lleva décadas estudiando al lobo, es de los que aboga por el «consenso» en un tema muy complejo. A la pregunta de si es un animal tan dañino como aseguran sus detractores, responde que en algunas zonas donde apenas hay presas silvestres, como el norte de Portugal o Galicia, su dieta necesariamente consiste en un 95 % en animales domésticos como el ganado vacuno. De ahí que sean muchas las voces que reclamen parámetros claros, bien definidos pero flexibles en situaciones determinadas y sobre todo ayudas compensatorias.

Seguimiento de las manadas de lobos

Inmerso ahora en el seguimiento de manadas para un censo en el Norte de Portugal, Palacios también elabora un estudio del impacto que para el lobo tiene la línea del AVE entre León y Palencia. Al tratarse de una infraestructura vallada, se evalúa la existencia de corredores seguros para salvar las vías.

El 95 % de los ejemplares en territorio español -cuya población se ha recuperado en los últimos años- se concentra en el norte. Comunidades autónomas como Castilla y León, Asturias, Cantabria, Galicia, Murcia, Madrid, Andalucía y País Vasco, por ejemplo, se posicionaron en contra de que entrara a formar parte del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lespre). Canarias o La Rioja, sin presencia de lobos, se mostraron a favor.

Lobo: la despoblación y la destrucción de cultivos favorece la reintroducción del lobo en la Comunitat Valenciana.

AVA alerta de los daños a la ganadería

La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) señaló hace unos dias que la prohibición de cazar al lobo supondría un grave problema, «ya que cada año ataca más de 4.000 animales en las explotaciones ganaderas españolas». El colectivo considera la decisión del Ministerio para la Transición Ecológica «un precedente peligroso que amenaza con dificultar la aprobación de leyes encaminadas a buscar un equilibrio poblacional de los animales silvestres que permita la convivencia de la fauna silvestre, la agricultura y la ganadería». Y recuerda que la fauna silvestre provocó en la Comunitat Valenciana en 2020 unas pérdidas superiores a los 30 millones por las restricciones en el estado de alarma.