Pasaron el mes de enero esperando el ingreso de la Renta Valenciana de Inclusión (RVI) que debía producirse entre el 1 y el 5 de enero, pero el ingreso llegó el 9 de febrero, a las 16.30 horas. «He estado consultando a diario la cartilla del banco, estaba desesperado. No me daban ninguna explicación en la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas y el problema de esta pandemia y de la falta de ingresos es que las facturas siguen llegando con la misma puntualidad y al final generas deudas cuando vas tan al día». Es el testimomio de uno de los 30.059 titulares de la RVI que han cobrado la ayuda con más de un mes de retraso, aunque el problema ya está solucionado y el dinero en manos de quienes más lo necesitan.

De hecho, fuentes de la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas argumentan que ha sido un problema «puntual» que responde a «la apertura del ejercicio prespuestario», que al parecer ha retrasado el ingreso de la ayuda que beneficia a 67.335 personas. Es más, uno de los objetivos del Botànic fue asegurar que el ingreso de ayudas se haría mes a mes y entre los días 1 y 5, ya que con el PP en el gobierno los ingresos se realizaban en uno o dos pagos al año y no suponían la ayuda mensual que sí contemplan el diseño de las prestaciones mínimas. El inicio de 2021 ha empezado con un retraso que no tiene por qué volverse a repetir.