El PP de Bonig ve necesaria la autocrítica pero cierra filas con Casado

Los populares centran su objetivo en Puig y rechazan rivalizar con Ciudadanos y Vox

Julia Ruiz

Julia Ruiz

El presidente del PP, Pablo Casado, reunirá mañana al comité ejecutivo nacional para analizar los pésimos resultados electorales cosechados en Cataluña y lo hará en el contexto de un dilema que acecha a los populares cada vez que se enfrentan con las urnas: seguir a pies juntilla el modelo Feijóo (el del partido centrista y moderado) o alejarse de ese centro y radicalizar el discurso para evitar que, como ha ocurrido en Cataluña, Vox rentabilice el voto más españolista e inconformista. En teoría Casado resolvió este dilema en la moción de censura a Pedro Sánchez cuando escenficó su ruptura con la extrema derecha de Santiago Abascal.

El debate, sin embargo, se reabre de nuevo ya que todo el PP, incluido el valenciano, teme la onda expansiva del 14.F. Hay acuerdo en que la compleja Cataluña tiene una idiosincrasia política distinta a la Comunitat Valenciana, pero el riesgo de que Vox siga creciendo y el PPCV no sea capaz de rentabilizar el declive de Ciudadanos está ahí. A 24 horas de que Pablo Casado analice la situación delante de los dirigentes de su partido, una reunión en la que estará presente la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, la cúpula regional admite que los resultados son malos y que es el momento de hacer "autocrítica". Eso sí, desde la unidad. “Hay que estar unidos porque entrar en tensión no nos va beneficiar”, señalan desde la cúpula regional.

Por otro lado, el PPCV asegura tener claro el camino para no perder la hegemonía del centro derecha e incluso recuperar la Generalitat: situar al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y al PSPV en la diana y tratar de diferenciarse de Vox y Ciudadanos, pero sin rivalizar con ellos. “No son nuetros rivales”, apuntan desde el PP regional, que asume que incluso pueden acabar siendo “compañeros de viaje” como ha ocurrido en otras comunidades. Y es que desde el PP valenciano se asume que solo volverán al as instituciones con la suma del bloque del centro derecha. “Hay que sumar", añaden, si bien entienden que el esfuerzo del PPCV debe centrarse en demostrar que dentro de este bloque son la opción de gobierno más creíble. La idea de los bloques, que no funciona en Cataluña por la cuestión identitaria, sigue funcionado en la Comunitat, defienden.

La otra lectura asociada al 14F es si el golpe que ha recibido el presidente del PP, Pablo Casado, refuerza la posición de Isabel Bonig en el partido o, si este batacazo podría acelerar los procesos de renovació. Desde la cúpula regional hay una cerrazón total a la hora hablar de renovación orgánica y entienden que este debate está muy lejano. “Bonig ha dicho que se presentará”, sostienen, al tiempo que están convencidos de que ese debate no se abrirá ahora y que el devenir de los congresos regionales está ligado a la evolución de la pademia.

Otros cargos sin silla en la dirección regional consultados por este diario creen que el PP valenciano tiene que fortalecer su discurso para consolidar una alternativa de gobierno creíble y apuntan que, sin caer en el radicalismo, hay que ser más contundente. “A veces uno puede pasarse de dialogante”, apunta un diputado. Una reflexion más en la línea de otras voces en el partido que critican que Bonig no haya sido capaz de consolidar un liderazgo fuerte capaz de visibilizar los fallos de gestión del Botànic, máxime en medio de una crisis sanitaria, económica y social sin precedentes.

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