Más tarde de lo que habría sido deseable teniendo en cuenta el perfil de los usuarios de estos centros, personas mayores de 80 años y dependientes de hasta grado tres, pero por fin ayer se comenzó a vacunar a los centros de día de la Comunitat no pertenecientes a ninguna residencia —en su caso se vacunó a la misma vez que a los residentes del geriátrico al que estuvieran adscritos—. Eso sí, los ancianos recibieron la vacuna de Pfizer y en tres semanas se les inyectara la segunda dosis, mientras que a los trabajadores se les ha suministrado el antiviral de AstraZeneca y por lo tanto deberán esperar unos 70 días (entre diez y doce semanas) hasta recibir la segunda dosis, lo que retrasará considerablemente su inmunización.

«¡Qué alegría, esto ya es vida! ¿Ahora voy a poder venir todos los días, no?», preguntaba con satisfacción María, una usuaria de 84 años del centro de día de Vilamarxant, uno de los primeros en ser vacunados ayer, después de recibir la primera dosis de la vacuna de Pfizer con ganas de que todos estén ya inmunizados y puedan retomar sus actividades diarias. Ahora mismo están divididos en dos grupos y, para evitar contagios, cada semana asiste el 50 por ciento de ellos.

Los gestos de alegría y emoción, con lágrimas en los ojos algunos de ellos, al encontrarse con compañeros de centro a los que no veían desde hace tiempo se sucedieron a lo largo de la jornada de vacunación. Fuentes de dicho centro de día explicaban que muchos de ellos, con una media de edad de entre 85 y 87 años, llevaban semanas que no acudían por miedo y que aunque se ha dividido el centro en dos partes, para que no estuvieran en contacto los dos grupos, fuera cuando iban llegando muchos no podían evitar emocionarse al ver a sus amigos con los que tanto han compartido.

En total fueron vacunados 40 usuarios del centro y 15 trabajadores. La más mayor de todos, Inés, de 93 años, quien llevaba semanas preguntando que cuándo les vacunaban a ellos.

«No entendíamos por qué nos habían dejado un poco olvidados, cuando nuestros usuarios tienen incluso más riesgo que los residentes», explica José Tortajada, gerente del centro de día de Vilamarxant. «En una residencia los únicos que entran y salen son los empleados, en cambio en un centro de día los usuarios se van todos los días a sus casas, donde tiene contacto con sus familiares, y luego vuelven, lo que multiplica el riesgo de contagio», argumenta.

En el Centro Ocupacional La Ribera también se vacunó ayer tanto a usuarios habituales como a su personal laboral. «Ha salido todo de maravilla», expresó su director, José Luis Íñigo. El equipo sanitario enviado por la conselleria estaba compuesto por tres enfermeras y un médico que fueron llamando por orden de edad y apellidos. De hecho, la edad influyó para que los mayores de 55 años recibieran la vacuna de Pfizer y los menores de esta edad la de AstraZeneca. En total, 70 personas vacunadas en una hora y media. «Estamos muy contentos, es un alivio, la verdad», incide Íñigo.

El objetivo de Sanidad es inmunizar a 25.000 personas grandes dependientes y mayores de 90 años a lo largo de la semana y, por otra parte, a 14.500 personas usuarias de los centros día. Los mayores de 90 años que puedan moverse y acudir al centro de salud serán llamados para recibir el antígeno contra el virus en estas instalaciones que, según indicaron desde personal de Atención Primaria, buscará establecer un circuito «lo más cerrado posible» para evitar contactos con otros pacientes o quienes acudan a hacerse PCR.

Protocolo para ir a los domicilios

Asimismo, quienes no puedan salir de casa o tengan dificultades para su desplazamiento, Sanidad llevará la vacuna hasta sus propios domicilios, un hecho que es más sencillo para los grandes dependientes menores de 55 años por la mayor facilidad en el transporte de AstraZeneca que de Pfizer o Moderna que cuentan con más limitaciones. Para esta operación, el departamento de Barceló prepara un protocolo para vacunar a domicilio, en el que indicar al personal sanitario cuestiones básicas como cuántas personas han de desplazarse hasta las viviendas, qué hacer si sobran dosis o cómo actuar para la mejor conservación de la vacuna.

Por su parte, el Ayuntamiento de València ha puesto a disposición de Sanidad los centros municipales de actividades para personas mayores y habilitar así espacios ubicados en distintos puntos de la ciudad como centros de vacunación contra la covid-19. El objetivo es «diversificar y descongestionar los centros de salud y hospitales, para que la vacunación se realice de una manera más ágil, siguiendo los protocolos de seguridad de distanciamiento y aforo», según indicó ayer la concejala de Envejecimiento Activo, Pilar Bernabé.

Caen los contagios con solo cuatro residentes y cero trabajadores

Los datos sobre la situación de las residencias de la Comunitat facilitados ayer por la conselleria de Sanidad permiten ser optimistas después de unas semanas muy negativas, y aunque la cifra de muertos sigue siendo muy alta, 24 personas fallecidas, el balance de contagios en las últimas 24 horas ha caído a solo cuatro residentes y ningún trabajador, cifras que no se daban desde hace más de cuatro meses, y que tienen una relación directa con la vacunación, cuyos efectos serían más apreciables con el paso de las semanas.

Pese a ello todavía hay casos positivos en 144 centros de mayores; 85 de ellas en la provincia de Valencia, 44 en Alicante y 15 en Castelló. Y lo que es más preocupante, un total de 64 residencias se encuentran bajo vigilancia activa de control sanitario en la Comunitat Valenciana.

Desde la Asociación Empresarial de Residencias y Servicios de Atención a la Dependencia de la Comunitat (Aerte) confían en que tras la vacunación, y conforme se vayan cerrando los brotes abiertos —a los 28 días del último caso detectado—, los contagios sean mínimos.

De igual modo, patronal de las residencia quiso poner en valor el trabajo que está haciendo su personal, y lejos de lo que pudiera pensarse, los contagios en trabajadores de centros de mayores han crecido 37 puntos menos que los del personal sanitario. Según Aerte, los datos publicados por el Ministerio de Sanidad indican que se ha pasado de 4.056 profesionales sanitarios contagiados el 11 de Diciembre de 2020 a 9.930 el día 12 de Febrero de 2021, lo que supone un incremento de 5.874 personas y un 144.82 % más.

Sin embargo, en ese mismo periodo en el entorno residencial se pasó de 1.964 profesionales contagiados a 4.083, lo que supone un incremento de 2.119 personas y un 107.89 %, «casi un 37 % menos de incremento». Aerte destacó el trabajo de formación, información y concienciación que se lleva a cabo por parte de las empresas y entidades con el personal de centros residenciales para evitar los contagios en estos servicios.