Casi dos meses después de que se cerrasen las conexiones con Reino Unido para frenar la llegada de la variante británica de la covid y tres días después de detectar los primeros casos de cepa sudafricana, la comunidad científica continúa en pleno análisis del virus para saber si estas mutaciones están afectando a la Comunitat Valenciana, y sobre todo, con qué incidencia. 

Y, de momento, la respuesta es de «preocupación». «Con la información que tenemos, hay preocupación, las variantes que puedan surgir son las que nos puedan indicar las implicaciones de carácter sanitario», verbalizó ayer el president de la Generalitat, Ximo Puig, junto al ministro de Ciencia, Pedro Duque durante su visita al Instituto de Biomedicina de València-CSIC en la que se pudieron reunir con personal investigador del centro. 

Estas instalaciones son, junto a la Fundación Fisabio, el punto neurálgico de la estrategia SeqCovid, la encargada de analizar el genoma del virus, es decir, su composición y a partir de la que se puede conocer de qué variante se trata. El centro, explicó Duque, es el lugar en el que más secuenciaciones del virus se ha realizado de toda España, un conocimiento que será extrapolado a la estrategia nacional que busca ampliar los análisis de muestras del virus para conocer el impacto real de estas variantes. Según esta, todavía pendiente de desarrollo, cada autonomía ha de indicar un laboratorio encargado para crear una red de estos en toda España. 

Actualmente, indicó Duque, los datos son insuficientes «para ser interesantes». El problema de la secuenciación del virus es que es un proceso muy costoso en el tiempo y en el que no importa tanto saber cuántos casos de variante británica hay sobre sospechosos (personas positivas con contactos con el Reino Unido) sino su porcentaje sobre el total de contagios. Por ello, se anunció que el objetivo «en las próximas semanas» es duplicar las 300 secuenciaciones que se realizan a día de hoy.  

De momento, se realizan unas 300 secuenciaciones del virus a la semana y el objetivo es que se duplique en una estrategia estatal que pueda indicar el porcentaje de casos de la variante británica, más contagiosa que la ahora dominante. La preocupación es compartida entre los expertos consultados por este periódico que hablan de una presencia importante de esta mutación detectada en el sur de Inglaterra en otoño y de la que se desconoce si presenta mayor gravedad. 

Por ejemplo, en el área metropolitana de València, los últimos análisis hablan de en torno a un 10 % de los positivos estudiados del mes de enero mientras que en Alicante expresan que esta variante «ya es frecuente y responsable de una proporción considerable y creciente de los casos». 

Sin embargo, la consellera Ana Barceló indicó en una entrevista en À Punt que se había secuenciado el 2 % de los positivos y que la presencia de la variante británica "no es muy elevada". Así, aseguró que esta se encontraba entre un 5 y 7 % de los analizados. Eso sí, recordó que las medidas contra el contagio "sirven igual para la variante británica".

En el resto de España, el ministerio informó por última vez la semana pasada en unos resultados que mostraban, a partir de pruebas aleatorias, que en Cantabria la variante B.1.1.7. tenía una incidencia de más del 30 %, en Baleares del 20 % y en la Comunidad de Madrid del 9 %

La investigación que lideran el doctor en Biología especializado en genética, Iñaki Comas, y el catedrático Fernando González Candelas sitúa a España, según el ministro Duque, «a la cabeza en secuenciación del virus» junto a Dinamarca e Inglaterra. «Este es uno de los usos de la ciencia que más nos ayuda a saber qué está pasando y a tomar las medidas adecuadas», expresó el responsable del departamento de Ciencia.