Ha costado más en unas provincias que otras pero ayer, 15 de febrero, fue el primer día en el que, por fin, los hospitales de campaña instalados en las tres provincias dejaron de acoger pacientes covid-19, consecuencia directa de la bajada de contagios y de la consecuente bajada de enfermos de coronavirus en los hospitales.

El primero que dijo adiós a sus pacientes —y a la labor para la que fueron levantados en tiempo récord— fue el de Castelló. El pasado 4 de febrero, las últimas seis personas que había ingresadas en la instalación anexa al Hospital General de Castelló recibieron el alta. Después fue el de València, ubicado junto al Hospital de La Fe el que se quedó sin pacientes: fue el pasado día 10 de febrero aunque realmente, los enfermos estaban desde hacía días en las antiguas instalaciones de Campanar después de que los temporales de viento aconsejaran el traslado por «comodidad». Aún así, aún quedaban una decena de pacientes ingresados en el de Alicante. En estos días se les ha dado el alta y, desde ayer, estas instalaciones siguen utilizándose pero para otras finalidades, no para acoger pacientes.

Según concretaron ayer desde Sanidad, desde que la explosión de contagiados de la tercera ola hizo imprescindible estrenarlos han pasado por estas carpas cerca de 300 pacientes: 93 en el de La Fe; 168 en el de Alicante y 31 en el de Castelló. En todos los casos eran pacientes mayores de edad y nunca dependientes que habían estado antes en el hospital pero que estaban a las puertas de recibir el alta.

PCR, vacunación y pruebas

A partir de ahora, las instalaciones volverán a destinarse al resto de propósitos para el que habían servido hasta ahora: realización de PCR, vacunación, pruebas serológicas y que habrían dado cobertura a cerca de 200.000 personas. Según el detalle que aportó ayer la Conselleria de Sanidad, en el hospital de campaña de La Fe, por ejemplo, se realiza una media de 450 pruebas PCR diarias, llegando incluso a realizarse hasta 700 pruebas diarias. Hasta el momento, ya se han realizado más de 145.000 pruebas PCR allí.

El de Alicante y el de Castelló han servido también para la campaña de vacunación contra la covid-19 o incluso la gripe. En el de Alicante se habilitaron también espacios para acoger a migrantes que precisaban de aislamiento y el de Castelló ha servido, entre otras cosas, para acoger unidad centralizada de pruebas, principalmente para procesos preoperatorios o una sala de pre-ingreso hospitalario y descongestionar así otros centros.