Controlar la diabetes es «clave» para evitar lesiones de los nervios que afectan al sistema digestivo, urinario o cardiovascular. De este modo se pronuncia la neurofisióloga Susana Casaña, quien advierte de que las complicaciones a largo plazo de la diabetes suelen asociarse a elevadas concentraciones de azúcar en sangre durante un período largo de tiempo, que se desarrollan silenciosamente de forma gradual, y pueden afectar a distintas partes del cuerpo.

De hecho, según la Sociedad Española del Dolor, una de cada cuatro personas con diabetes, acabarán desarrollando una neuropatía dolorosa a lo largo de su vida, lo que supone que en España más de 500.000 personas la padecen.

La doctora Casaña, del Hospital Vithas Castelló, señala que una de las patologías que puede llegar a desarrollar una persona con diabetes es la neuropatía diabética que se produce por la lesión de los nervios que provoca la diabetes mal controlada. Esta afección influye en los nervios de todo el cuerpo, por lo que los problemas pueden aparecer en prácticamente todos los órganos incluido el sistema digestivo, el urinario, cardiovascular y en la vista.

Destrucción de vasos sanguíneos

Al respecto, advierte de que es «muy habitual» en las personas diabéticas porque las fluctuaciones en los niveles de glucosa en sangre acaban por destruir los pequeños vasos sanguíneos que nutren a los nervios, lo que hace que las terminaciones nerviosas no tengan el oxígeno y nutrientes necesario, por lo que «poco a poco se vayan destruyendo».

La especialista que hay cuatro tipos de neuropatía diabética: neuropatía periférica, autonómica, focal y proximal. La primera afecta en primer lugar a los pies, las piernas y más tardíamente a las manos, y conlleva normalmente sensación de ardor, hormigueo o acorchamiento, entumecimiento, dolor y debilidad.

En cambio, la neuropatía autonómica es un daño en los nervios que controlan los órganos internos y suelen manifestar problemas con el ritmo cardiaco y la presión arterial, el sistema digestivo y urinario.

Por otra parte, las neuropatías focales son afecciones en las que generalmente se dañan nervios individuales cuyos síntomas pueden ser el síndrome del túnel carpiano o el atrapamiento del nervio cubital o el peroneo. «Estas neuropatías focales pueden afectar con frecuencia la mano, la pierna o el pie «, subraya la doctora Casaña. La prevención de la neuropatía diabética es, sin duda, el mejor tratamiento de la diabetes: el mantenimiento de unos niveles estables de glucosa en sangre, una equilibrada alimentación reduciendo los azúcares en la dieta, unos niveles adecuados de presión arterial, ejercicio físico regular, evitar el alcohol y el tabaco y cuidar la piel y las uñas para evitar las úlceras.

En ese sentido, recalca la importancia de los controles frecuentes por un especialista para pautar el tratamiento adecuado para el control del dolor que es lo que merma la calidad de vida del paciente y marcará los hábitos de alimentación idóneos para el paciente.

Por último, el pie diabético es una alteración clínica de origen neuropático e inducida por la que produce lesión o ulceración del pie, afectando a día de hoy al 4% de la población española.

La Federación Española de Diabetes (FEDE), ha elaborado con la colaboración de cinco sociedades científicas y sanitarias el decálogo «Diez medidas para mejorar la calidad de vida de las personas con diabetes tipo 2 insulinizadas» con el objetivo de conseguir que, a través del acceso a la innovación, este grupo de pacientes pueda disponer de los mejores tratamientos para el buen control de su enfermedad. El tratamiento propone un tratamiento individualizado del paciente con diabetes tipo 2 y su participación dentro del Sistema Nacional de Salud (SNS).