La Conselleria de Justicia y Administraciones Públicas, que dirige Gabriela Bravo, se ha convertido en el primer departamento, sin tener en cuenta a los nuevos de Vivienda e Innovación, que ha cerrado su estructura administrativa con la publicación de la orden de desarrollo del reglamento orgánico y funcional (ROF). Esta orden es necesaria para completar el diseño de las consellerias del Botànic, un proceso que acumula un retraso considerable fruto del atraso que sufrió la aprobación de los reglamentos por la diferencias internas en torno al reparto competencial. También las órdenes de desarrollo se han atascado en algunas conselleries por diferencias internas entre los socios respecto a la distribución de la cúpula funcionarial.

Solo la Vicepresidencia segunda y Conselleria de Vivienda y el departamento de Innovación pudieron aprobar sus reglamentos y culminar su diseño administrativo. El resto, sin embargo, seguía con este proceso bloqueado, incluso después de darse luz verde a los ROF.

La Conselleria de Justicia sella la primera su estructura con una orden que desarrolla el nivel administrativo y lo fija en 13 subdirecciones generales y un total de 32 jefaturas de servicio. Un incremento considerable respecto a la estructura de esta conselleria en el primer Botànic (con unas 25 jefaturas de servicio) consecuencia de las nuevas competencias adquiridas. Así, el departamento que dirige Gabriela Bravo ha sumado a las competencias que ya tenía la pasada legislatura, las relativas a Emergencias, así como la inspección general de servicios.

La estructura de nuevas jefaturas de servicio responde a las nuevas competencias, así como a las líneas estratégicas de las consellerias. Así, por ejemplo, la conselleria crea una jefatura de evaluación del desempeño en el ámbito de la Dirección General de Función Pública con el objetivo de aplicar un sistema para evaluar por objetivos al funcionariado a la hora de prosperar en la carrera profesional, una tarea pendiente desde hace años, que Bravo ha encargado a la inspección general de servicios ahora bajo la dirección de la subsecretaría.

Cabe recordar que las órdenes de desarrollo del ROF deben contar con el visto bueno de Función Pública así como del informe favorable de Hacienda. Desde Presupuestos se está vigilante ya que, como ha ocurrido con Justicia, el aumento del organigrama se traducirá en mayor número de puestos funcionariales.