La Facultad de Economía de la Universitat de València (UV) ha remitido una correo electrónico a sus estudiantes de grado en el que se anuncia que la vuelta a las aulas presenciales se pospone al 13 de abril, a pesar de que a partir del próximo lunes las universidades ya pueden retomar la presencialidad que tenían antes de la tercera ola, tras la bajada de los contagios por la covid-19. El motivo, según explican fuentes de la UV, son las obras que se realizan en la fachada del aulario sur, uno de los edificios centrales del campus de Tarongers de València.

Los problemas en la infraestructura de estos edificios son ya conocidos y se arrastran desde hace años, por lo que el decano de Economía, José Manuel Pastor, asegura que las obras son «imprescindibles» y que se ha aprovechado el periodo de docencia telemático impuesto para «intensificar la actuación sobre los espacios, reduciendo así el tiempo de afectación de los aularios».

En concreto, esta situación afecta a los 6.000 alumnos de grados —como los de Economía, Administración y Dirección de Empresas (ADE), Finanzas o Turismo—, pero no a los de los 17 másteres dependientes de la facultad. A pesar de ser una cuestión temporal, varios estudiantes y familias han contactado con Levante-EMV para mostrar su malestar.

Entre otras cosas, lamentan que, debido a las medidas anticovid, se han perdido muchas clases presenciales este curso, a las que ahora se suman las de las siguientes semanas, una noticia que no esperaban. «Sentimos rabia porque nos quitan algo necesario, los alumnos estamos cansados y nos sentimos mal, porque llevamos muchos meses estudiando en casa, desde los exámenes de diciembre, y es mucha sobrecarga», reconocen.

«Estamos pagando por una docencia que no tenemos y otras facultades sí y las clases online no son de buena calidad», explica una estudiante, que añade que muchos jóvenes también tienen que costearse un alquiler «del que ahora no pueden deshacerse». Además, añade una cuestión de «salud mental»: «ir a clase nos suponía recuperar cierta normalidad, tenemos mucho estrés y cansancio acumulados».

Un campus más seguro

Por su parte, desde la Universitat de València recuerdan que, durante el mes de marzo, la actividad docente de los grados se hubiera llevado a cabo en turnos rotatorios, por lo que la ampliación de la docencia online durante tres semanas adicionales «realmente solo reduce a la mitad la presencialidad para el estudiantado», nueve jornadas en total.

Asimismo, aseguran que mantener las clases online «permite acelerar el ritmo de ejecución de unas obras fundamentales» que harán «un campus más seguro» y garantizan que, tras las vacaciones de Pascua, la actividad docente se reanudará en la modalidad híbrida prevista y también podrán realizarse los exámenes en el campus.