El macrovertedero de Dos Aguas alargará su vida útil un par de años más, lo que le permitirá seguir en funcionamiento aproximadamente hasta febrero de 2025.

La Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica ha concedido la autorización ambiental integrada a la Entidad Metropolitana para el Tratamiento de Residuos (Emtre) para ampliar la capacidad a 5.380.225 metros cúbicos, ganando así más de 809.000 m3 respecto a la actual. Algo que obligará a aportar una fianza adicional de 1,5 millones de euros al promotor.

Con la modificación interna de los taludes y otros parámetros se gana volumetría sin ocupar más superficie, inciden desde el departamento que dirige Mireia Mollà. Muy cerca de la colmatación, la infraestructura de Dos Aguas esperaba desde 2016 luz verde para acometer estas obras de adecuación, contestadas de forma reiterada por distintos grupos ambientalistas.

El vertedero más grande de la Comunitat Valenciana, al que va a parar la basura de València ciudad y toda el área metropolitana, intervendrá en los laterales del vaso para incrementar el volumen un 17,70 % según figura en el expediente al que ha tenido acceso Levante-EMV. El vertido en el vaso 1 empezó en septiembre de 1998, colmatándose apenas doce años después. El segundo vaso empezó a llenarse en octubre de 2010, con los desechos procedentes de las plantas de tratamiento de Quart de Poblet y Manises.

Un nuevo decreto en 2019

Cuando los trámites administrativos parecía que estaban en la recta final para una nueva ampliación, el proceso volvió a ralentizarse el pasado verano por la entrada en vigor del decreto del 8 de julio que regula el depósito de residuos. Circunstancia que llevó a Ecologistes en Acció a presentar de nuevo una serie de alegaciones, a que la dirección general de Calidad y Educación Ambiental tuviera que redactar nuevo informe para atender esas determinaciones y a repetir el trámite de audiencia. Según los ecologistas, se sigue obviando la petición de que se aprovechen para valorización energética los gases que emanan.

El colectivo ambientalista avanza que presentará un recurso por no estar de acuerdo con los términos en que se formula el alargamiento del complejo, ni tampoco con que no se establezcan valores límites de emisión. E inciden en que en instalaciones similares la antorcha que quema el metano funciona de manera muy excepcional.

Otro punto de divergencia reside en el tratamiento de los lixiviados, los líquidos que genera la acumulación de basura o los procedentes de las aguas pluviales caídas sobre el vaso. La declaración de impacto ambiental es contradictoria en este punto, aseguran, al señalar que no hay ventajas ambientales en la recirculación de los mismos, pero sin concretar las alternativas. Xúquer Viu también colocó la lupa sobre la posible filtración de contaminantes a las aguas subterráneas.