Desde la Federació d’Ensenyament de CC OO PV consideran que “no es admisible plantear este cambio a escasos días de las fiestas de Magdalena y de Fallas”, como pidió ayer el Consell para evitar que haya en las calles sensación de ambiente festivo y de relajación ante la covid.

El sindicato defiende que el profesorado y el alumnado “están realizando un gran esfuerzo este año de pandemia y el cansancio acumulado requiere de los periodos de descanso previstos”. Además, añaden que el actual calendario “no es fruto de la improvisación y se establece considerando la temporización de la tarea educativa y garantizando el descanso necesario tanto para el alumnado como para el profesorado”.

Asimismo, recuerdan que los festivos locales se marcan desde los Consejos Municipales con la previsión y criterios que en ellos se establecen.

“El hecho de que el mantenimiento de la actividad educativa suponga un muro de contención frente a los contagios gracias a todas las medidas que se toman dentro de los centros educativos, no puede significar más presión sobre las espaldas del alumnado y del profesorado. Los centros educativos son espacios seguros gracias al gran esfuerzo que en ellos se realiza y este esfuerzo solo puede tener continuidad si su personal tiene los periodos de descanso correspondientes y trabaja con unas condiciones laborales que no ponen en riesgo sus condiciones físicas y mentales. Los centros educativos no pueden ser los responsables de poner freno a los contagios, como tampoco de la conciliación”.

De esta manera, la FE CC OO PV coincide con lo ya manifestado por el sindicato Stepv, que tampoco ve adecuado modificar ahora el calendario escolar. Si se producen cambios, estos supondrán “una nueva sobrecarga de trabajo para el profesorado”, de cara a unas oposiciones masivas, apuntaron ayer.

Estas son algunas de las reacciones a la "recomendación" de Sanidad que ayer hizo pública el presidente Ximo Puig, ante la desescalada prevista a partir del próximo lunes. En concreto, desde el Consell se recomienda a los ayuntamientos (no se les puede obligar, es una competencia municipal) que declaren lectivos los días festivos que tienen decretados próximamente y que en algunos casos se confirmaron hace pocas semanas, cuando se abrió el debate de qué pasaría con las Fallas y la Magdalena.