El ejercicio más complicado de gestionar de la era Botànic, el de 2020 condicionado por la irrupción de la pandemia, se ha convertido paradójicamente en el que, al menos a priori, mejores datos arroja en el momento de su cierre. Por primera vez desde 2017, el Consell ha cerrado estas cuentas con un resultado positivo de 552, 1 millones de euros, una cifra que supone mejorar en un 165% el resultado presupuestario ajustado de 2019, cuando el desfase entre los ingresos y gastos fue de 842 millones de euros en negativo. El pleno del Consell ha sido informado esta mañana de la liquidación presupuestaria elaborada por la Intervención de la Generalitat como paso previo a la confección de la Cuenta General que se elaborará antes del 30 de junio.

La liquidación se refiere solo a la Administración del Consell y no incluye ni el sector público, ni las operaciones pendientes de aplicar al presupuesto. Ello supone que el superavit del resultado presupuetario ajustado no permite conocer todavía el déficit de la Generalitat que, además, se regula a efectos de la Ley de Estabilidad. Debe remitirse a Europa ya que se calcula con criterios de caja y no en términos de contabilidad nacional.

La mejora este año tiene un causante principal: los recursos percibidos por parte del Gobierno central para hacer frente a la Covid que ha permitido incrementar los derechos reconocidos netos y incremento de los pasivos financieros derivados de las operaciones de endeudamiento por el FLA. El conseller de Hacienda, Vicent Soler, ha destacado que el resultado es consecuencia de “la eficiente gestión presupuestaria y de tesorería” llevada a cabo por la Generalitat. En total, la Generalitat contará con 2.451 millones más en ingresos (966, 5 por el sistema de financiación y 1.485 por ingresos no retornables del fondo Covid.

El endeudamiento neto en la Generalitat en 2020 supera los 2.500 millones

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Las obligaciones reconocidas netas del presupuesto de gastos (operaciones no financieras) pasan de 16.384 millones a 17.831, un incremento del 8,8%, mientras que los derechos reconocidos (ingresos) ascienden a 16.025 millones frente a los 13.928 millones, es decir, un incremento del 15%, lo que implica 2.097 millones más. Asi, el resultado presupuestario no financiero y sin ajustar se reduce al pasar de un déficit de 2.456 millones en 2019 a 1.806 negativos registrados en 2020. Hacienda habla de un incremento del “ gasto real” en los capítulos del I al VII como consencuencia “del esfuerzo del Consell para garantizar lo servicios públicos durante la pandemia” y que se trata de inversión social.

Según los datos proporcionados por la Conselleria de Hacienda, la ejecución mejora prácticametne en todos los caítulos. De hecho, tal como avanzó este diario con datos del cierre provisional de diciembre, el año de la pandemia deja una ejecución importante, el 63% en inversiones directas e indirectas. En términos generales, la ejecución se situúa en el 95%, 1,3 puntos más que en 2019. Destaca la ejecución de las transferencias corrientes (subfenciones directas, muchas de ellas destinadas a paliar los efectos de la pandemia) que alcanza el 96,5%: 5.152 millones de euros.

510 millones más para reforzar plantillas

Los efectos de la crisis sanitaria se dejan ver también en el capítulo I, relativo a los gasots de personal, que incrementaron 510 millones de euros, un 8,39% como consecuencia del refuerzo de las plantillas en hospitales y centros educativos. El gasto corriente también se disparó un 14,6%.

La contrapartida de este presupuesto que ha disparado el gasto es el incremento neto del endeudamiento de la Generaliat, nada menos, que 2.439 millones de euros y que Hacienda atribuye a la infrafinanciación crónicica que hace necesario recurrir al endeudamiento para financiar los servicios públicos.

Por su parte, en cuento al remante de tesorería (el saldo que permite conocer al final de cada ejercicio la solvencia económica que tiene una administración para hacer frente a sus deudas) pasa de los 3.139 millones en negativo a 2.542 millones. El motivo, según Hacienda, es que las obligaciones pendientes de pago han descendido en 758,9 millones, un 19%. En concreto, el presupuesto se ha cerrado con 3.190 millones de euros pendientes de pago frente a los 3.949 millones del ejercicio pasado.

El conseller de Hacienda, Vicent Soler, que ha comparecido en la rueda de prensa del Consell, para explicar la liquidación ha indicado que, a pesar de los datos positivos, "no se podemos ser triunfalistas" por la situación de infrafinanciación. Soler, ha destacado, que en la Comunitat Valenciana no ha habido un tijeretazo y que para el "escudo social" (conselleries sociales) se ha gastado más de 15.000 millones de euros. Una cifra "récord", ha remarcado el titular de Hacienda. Además, Soler ha señalado que desde 2016 hasta 2020, ha aumentado en un 30,8% el gasto social, es decir, 4.198 millones de euros.

Por otro lado, el conseller de Hacienda ha confiado en que, cuando acabe el proceso de vacunación, habrá una recuperación económica, un rebrote que ha vinculado a las ayudas relacionadas con la pandemia. "Soy optimista", ha indicado.