Los bares y restaurantes valencianos quieren desescalar más rápido de lo decretado por el Consell. Las organizaciones de hostelería y de ocio nocturno expresaron su rechazo a las condiciones de reapertura anunciadas ayer por el president Ximo Puig, que permitirán desde este lunes 1 de marzo el regreso de las terrazas con un 75 % de aforo, grupos de cuatro personas como máximo y hasta las 18.00 horas, al considerarlas insuficientes para reactivar económicamente al sector.

En línea de lo que venían dando a entender durante los días previos, reuniones con el sector incluidas, el Consell optó por empezar la desescalada con una flexibilización de mínimos hasta que los datos sanitarios constaten si la vuelta a la actividad hostelera —y las demás relajaciones— tiene efectos en la curva o no.

Pero el colectivo no considera que el ritmo que se ha decidido imprimir a la desescalada sea suficiente para hacer viable la reapertura. La Confederación Empresarial de Hostelería y Turismo (Conhostur) aseguró en un comunicado que abrir solo terrazas y en horario reducido «no responde a las expectativas» del sector y que, «tras 40 días de cierre» no se han concedido unas condiciones «que hagan viable la actividad» y siguen considerando que sufre un «cierre encubierto» por parte de la Generalitat.

Pese a la notable mejoría sanitaria que ha experimentado la autonomía desde el endurecimiento de las restricciones, la patronal reclamaba reabrir «como mínimo en las mismas condiciones» que entonces, cuando se permitía un 30 % de aforo en el interior de los locales. «Con una tasa más baja se nos continúan aplicando las restricciones más duras», prosigue el comunicado, que prevé que estas nuevas medidas «no van a permitir que muchos establecimientos de hostelería y ocio puedan reiniciar su actividad».

En sintonía con la patronal, la Coordinadora Empresarial de Ocio y Hostelería (Ceoh), mostró su «total disconformidad» con la decisión del Consell, que en su opinión «sigue estigmatizando a la actividad hostelera» mientras «se amplía el horario del comercio hasta las 20.00 horas».

En cuanto a la limitación del aforo de las terrazas, que el sector pedía vincular únicamente al cumplimiento de la distancia interpersonal entre personas de diferentes grupos, la Ceoh reiteró su exigencia de ampliarlo al 100 % y reclamó la intervención de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias en la próxima mesa de diálogo para fijar criterios autonómicos comunes.

Revisable en una semana

El decreto tendrá vigencia de 15 días, pero Puig se mostró abierto a revisar cualquier medida semanalmente. Previsiblemente, esta será una de las peticiones hosteleras, pues ambas organizaciones pidieron revisarlas a la mayor brevedad posible.

Por su parte, el presidente de la patronal del ocio nocturno Fotur, Víctor Pérez, cargó contra la prohibición de pinchadiscos y de música en directo en los establecimientos. Según él, el veto pone en peligro 1.500 puestos de trabajo y supone un agravio ante otros negocios a los que sí se les permite tener hilos musicales. Asimismo, lamentó la limitación que sufren las terrazas y que la decisión se haya vuelto a tomar un jueves, por los problemas de organización que supone para los locales.

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Durante su comparecencia, Ximo Puig abordó también la desescalada turística. Un escalón que queda lejos todavía pero en el que, defendió, será clave contar con un pasaporte sanitario de vacunación unitario en toda Europa. «El pasaporte será útil si es europeo», ya que esa movilidad será «fundamental para reactivar el sector turístico». En caso de que no se lleve adelante a nivel europeo, Puig avanzó que habrá que buscar «acuerdos bilaterales» ya que algunos países ya han dado pasos favorables en ese sentido, dijo en referencia a Reino Unido. Por el contrario, apuntó que con Francia, el segundo mayor mercado de la Comunitat tras el británico, «parece que va a ser más difícil».