Tal como anunció ayer el president de la Generalitat Valenciana, este es el último fin de semana en el que la ciudad de València, y otros 15 municipios, permanecerá cerrada desde este viernes a las 15.00 horas hasta el lunes 1 de marzo a las 06.00 horas. El fin de semana que viene, se abren las entradas y salidas de la ciudad con motivo de la desescalada que está iniciando la Comunitat Valenciana.
A partir del próximo viernes 5 de marzo, los desplazamientos entre localidades estará permitido, eso sí, el cierre perimetral autonómico sigue en pie. Es decir nada de salir de la Comunitat, menos en las excepciones contempladas. De esta forma Alicante, Alcoi, Benidorm, Castelló de la Plana, Elda, Elx, Petrer, Gandia, Orihuela, Paterna, Sagunt, Torrent, Torrevieja, Sant Vicent del Raspeig y Vila-real, y la ciudad de València, dejarán de estar bloqueadas.
La significativa mejora de los datos de contagios y fallecimientos en las tres provincias han llevado al Consell a encarar una desescalada "prudente y con sentido común" porque como explicó Ximo Puig, "estamos mejor pero no estamos bien", así que se ha decidido insuflar un poco de oxígeno a la población mediante un cambio en las medidas anticovid.
Esta decisión se extrae de las cifras de expansión de la covid-19 que han experimentado una importante caída con respecto al mes de enero, en plena tercera ola tras la Navidad. Según los datos publicados este mismo viernes un total de 298 municipios valencianos terminan el mes de febrero con algún caso activo de coronavirus, con un total de 7.797 contagios registrados en los últimos 14 días. Ambas cifras son muy inferiores a las de final de enero, cuando los casos activos ascendían a 71.933 y había casi 460 municipios con contagios recientes.
Cuidado con la cuarta ola
No obstante es necesario mantener la cautela ante la relajación de las restricciones puesto que la amenaza de una cuarta ola de coronavirus está presente. Según anunció la científica Margarita del Val, la cuarta ola es inminente, de hecho, ella ya daba fechas: a finales de marzo, volverán los peores tiempo de la pandemia. Las vacaciones, donde se baja la guardia con las medidas sanitarias, y el mal tiempo que obliga a realizar actividades en espacios cerrados (con mala ventilación) serán las espitas que dispararán los casos.
