Son el bien más preciado y se custodian en consecuencia. Las vacunas son el único remedio que garantiza el final de la pandemia y por eso las autoridades, además de elaborar protocolos para administrarlas a la mayor velocidad posible, también han diseñado métodos para protegerlas de posibles sustracciones o fallos que puedan hacerlas inservibles. Ayer la Generalitat ofreció algunos detalles de cómo estos fármacos llegan hasta la Comunitat Valenciana: viajan con medidores de temperatura, geolocalizadas en todo momento y camufladas entre otras mercancías.

De esta forma, el primer paso es verificar que las dosis han aterrizado en Madrid en perfecto estado, a la temperatura que establece el fabricante y en envases sin manipular. «Verificamos con el albarán lotes, caducidad y cantidad, y procedemos a la recepción de la mercancía», explica la capataz de Logistapharma, Ana Belén García.

Superada esta primera revisión, una persona prepara un embalaje térmico con el pedido y otra diferente lo coteja: «Usamos un terminal de radiofrecuencia para hacer el ‘picking’ de mercancías; de este modo, quedan registradas tanto las unidades como el lote. En la zona de verificación, otra persona diferente ‘pica’ la etiqueta del pedido con un láser, y el sistema le indica cuántas unidades debe contener y de qué lote. Así, puede verificar físicamente que todo es correcto», detalla Silvia Solera, operaria del Departamento de Entradas de Logistapharma.

Controladas al minuto

La temperatura del paquete se monitoriza durante todo el proceso mediante tiras térmicas y, añade Jorge Araújo, director de Red y Plataformas de Nacex, también se toman imágenes de detalle de forma aleatoria para garantizar su integridad. Además, en todo momento se conoce con precisión su ubicación exacta gracias a un sistema de geolocalización.

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Como medida de seguridad y custodia, las cajas con los viales viajan además camufladas junto a otras mercancías que precisan las mismas condiciones de conservación y custodia. Al evitar los envíos dedicados, es más complicado identificar los bultos que contienen la vacuna y se previenen sustracciones, resalta la Generalitat.

En cualquier caso, si durante el transporte de Madrid a la Comunitat Valenciana (bien hasta los centros de almacenaje y reparto, bien hasta el mismo punto de vacunación) se detectan intentos de ataque o se rompe la cadena de frío, se disparan las alarmas dispuestas para ello.