La Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica trabajaba ayer en una resolución que suspenderá el movimiento del ganado equino en toda la Comunitat Valenciana. El objetivo es evitar la propagación de la rinoneumonía, cuyo brote se detectó hace una semana en el Centro Ecuestre de Salto (CES) de València. Las restricciones implican la prohibición de acudir a ferias, concentraciones o certámenes y todas aquellas actividades donde puedan coincidir animales de distintas propiedades. En caso de desplazamientos, se exigirá un certificado sanitario oficial.

En paralelo, conselleria ha intensificado los controles en hasta cinco explotaciones tras las inspecciones para vigilar la expansión del virus, pues algunos caballos han presentado signos compatibles con la rinoneumonía. Además, continúa con las indagaciones para determinar si hubo algún tipo de negligencia por parte del CES a la hora de lanzar la alerta, según confirman fuentes próximas a la investigación.

El departamento de Sanidad Animal de la Generalitat Valenciana trata de confirmar si se tardó en exceso en comunicar las sospechas sobre un caballo con síntomas. Las pruebas posteriores, PCR como en el caso del covid-19, dieron positivo. Para entonces algunos animales ya habían abandonado las instalaciones antes de que estas fueran inmovilizadas por parte de la conselleria que dirige Mireia Mollà, como marca el protocolo.

Casi 500 caballos

Según la Real Federación Hípica Española, el fin de semana de los hechos casi medio centenar de caballos pasaron por el CES. Se trata de competiciones con una movilidad importante, con un 80 % procedentes del extranjero. Cuando se puso en marcha el protocolo del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, muchos ya habían salido a sus países de origen.

Los caballos afectados por el herpesvirus están siendo tratados por el Hospital Clínico Veterinario de la CEU Universidad Cardenal Herrera. Las instalaciones cuentan con boxes de aislamiento de nivel 3, que permiten adoptar las medidas necesarias para evitar cualquier riesgo de contagio. Sus especialistas han trabajado con los animales afectados desde que se identificó el primer paciente con síntomas neurológicos, junto con los veterinarios de la organización, así como de la federación española y también la internacional.

Se ha tratado a 20 ejemplares, de los cuales 17 necesitaron atención de cuidados intensivos . Siete de ellos, además, la ayuda de arneses y polipastos para sostenerse los primeros días. Aunque dos tuvieron que ser sacrificados al agravarse su estado, cinco se encuentran ya en fase de recuperación.

Según la profesora y clínica Ana Velloso Álvarez, responsable del Área Equina del HCV CEU, «los síntomas son fiebre, abatimiento, incoordinación al andar, parálisis vesical, o alteraciones neurológicas más severas».

El grupo parlamentario VOX ha reclamado la presencia en el Congreso de Luis Planas, ministro de Agricultura, para que explique las medidas adoptadas tras el foco de Godella, y ha registrado varias preguntas en las Corts.