Una veintena de mujeres de la Assemblea Feminista de València ocupó ayer el patio del edificio de la Delegación del Gobierno en València, donde permanecieron durante cinco horas con el objetivo de que la máxima representante gubernativa en la Comunitat Valenciana, Gloria Calero, atendiera sus exigencias. Entre ellas, según el documento distribuido por Feministes i Antiracistes sense Mordasa, se encuentra la derogación de la ley Mordaza, archivar todos los procedimientos sancionadores en curso desde la huelga feminista de 2018 y «el reconocimiento de las cargas y abusos policiales» en las movilizaciones en apoyo a Pablo Hasél en València.

La acción se produjo cuando Calero tenía previsto un acto telemático y presencial con mujeres por el 8M y supone caldear el ambiente de cara a las concentraciones autorizadas del lunes.

El encierro tensa además la situación interna en el movimiento feminista de cara a los actos del día 8 cuando ya existe una intensa presión política. La Coordinadora Feminista, que agrupa a la mayoría de entidades de este movimiento en la C. Valenciana, aprovechó su participación en el acto organizado por la Delegación del Gobierno para desvincularse del encierro en el patio.

Este terminó pacíficamente y sin incidentes en torno a las 15.30 horas, después de que Calero hubiera bajado a dialogar con las activistas, que se definen como feministas anticapitalistas.

Según fuentes gubernativas, la delegada explicó que no estaba en su mano detener los procedimientos sancionadores, pero aseguró que serían leídas con atención las alegaciones del colectivo, si las presentaban, algo que hasta ahora no han hecho, de acuerdo con estas fuentes. Evidentemente, asuntos como la derogación de una ley están fuera de su competencia.

La respuesta no satisfizo a las mujeres, que decidieron mantener su encierro. Sin embargo, tras un segundo encuentro con el jefe de gabinete de la delegada, Vicent Bufort, optaron por levantar la protesta. Aparentemente, sin ninguna exigencia atendida. Está por ver ahora si se les abre un nuevo expediente.

La acción sí provocará un refuerzo de las medidas de seguridad en el Palacio del Temple, sede de la delegación.