Perder el trabajo o entrar en un Erte ha sido y es la tónica habitual en medio de una pandemia mundial que ha generado una crisis económica cuyas consecuencias han hecho estragos en las familias más humildes. "Con la pandemia me enviaron al ERTE, por lo que pasé de cobrar 1000 euros a aproximadamente 600 y de alquiler ya pago 450 euros al mes y además todos los gastos que conlleva una casa. Cuando voy al supermercado me tengo que privar de comprar muchas cosas, y sólo puedo coger marcas blancas y ofertas, tirar de producto congelado…". Es la voz de Maria del Mar, una vecina de Paterna madre de dos hijos que ha participado en el estudio realizado por Save The Children para valorar las consecuencias que ha generado al pandemia en las familias que ya vivían con lo justo antes de la llegada de la Covid-19.

Las conclusiones del informe ‘Aniversario Covid-19: ¿Qué nos cuentan las familias?’ son demoledoras y arrojan cifras preocupantes como que el 36,9% de los padres y las madres a los que atiende la organización ha perdido el empleo por la crisis económica. Además, el 63,4% de familias a las que atiende Save the Children en la Comunitat Valenciana tiene dificultades para hacer frente a la hipoteca o el alquiler o que 7 de cada 10 tiene problemas para pagar los suministros básicos.

La Comunitat Valenciana cerró 2020 con un total de 398.000 desempleados, 51.300 más que en 2019, y con más de 47.000 personas en ERTE, según los datos de la última Encuesta de Población Activa (EPA). Con estos datos sobre la mesa, Save the Children insiste en que la emergencia social continua. La organización señala que la masiva reducción de los puestos de trabajo, tanto en la Comunitat Valenciana como a nivel estatal, ha supuesto una merma importante en las rentas de las familias vulnerables, agravando la precaria situación en la que ya vivían antes de esta crisis.

"Antes de la pandemia los avances en materia legislativa y presupuestaria para luchar contra la pobreza y ayudar a los colectivos más empobrecidos ya se empezaban a notar en los datos oficiales. Sin embargo, desde Save the Children tememos que la situación pueda ir a peor si no se toman las medidas adecuadas", asegura Rodrigo Hernández, director de Save the Children en la Comunitat Valenciana. Y añade: "Es fundamental que el Consell continúe impulsando políticas públicas que pongan el foco en la infancia más vulnerable, sobre todo aquella más afectada por las consecuencias de la pandemia, y elimine cualquier barrera que pueda impedir el acceso a estos servicios públicos a estas familias. Si no se sigue actuando con contundencia, los niños y las niñas que viven hoy en situación de pobreza serán adultos pobres".

"En nuestro trabajo diario con las familias nos encontramos cómo para muchas de ellas comprar carne, pescado o equivalentes es un esfuerzo sobrehumano al que muchas veces no llegan. Algunas veces incluso se ven obligados a elegir entre comprar comida a sus hijos o pagar las facturas, una situación verdaderamente terrible", asegura Hernández.

De hecho, Save the Children advierte de que la dieta de estos niños y niñas es, a menudo, dependiente de las ayudas que reciben por parte de la organización, así como de otras entidades. Los comedores escolares son mencionados por las familias como un recurso importante para garantizar que sus hijos e hijas acceden a porciones semanales adecuadas de carne, pescado o equivalentes.

A nivel educativo, Save the Children destaca que 8 de cada 10 niños y niñas de las familias encuestadas no ha recibido ningún tipo de atención educativa extra más allá del envío o supervisión de los deberes durante las cuarentenas en el presente curso escolar (2020-21), lo que les dificulta enormemente continuar con su aprendizaje. Además, el 32% de estos niños y niñas se sienten desmotivados con los estudios. Save the Children recuerda que antes de la pandemia la Comunitat Valenciana, a pesar de haber mejorado en los últimos años, tenía una tasa de abandono escolar temprano del 16,4%, niveles todavía demasiado elevados.

Save the Children también observa que la convivencia en espacios pequeños con varias personas, la inestabilidad laboral y el propio miedo a contraer la Covid-19 ha impactado enormemente en el bienestar de estas familias. Por ejemplo, más de la mitad de los niños y las niñas ha tenido cambios negativos en su estado emocional, desarrollando estrés o ansiedad. Desde junio de 2020, Save the Children ha detectado dentro de sus programas de atención a la infancia vulnerable 21 posibles casos de violencia en el núcleo familiar: en un 95% de los casos fue un adulto hacia un menor.

Propuestas para acabar con la pobreza infantil

Save the Children incide que antes de la crisis del coronavirus, la pobreza infantil afectaba a 2,3 millones de niños y niñas en España (el 27,4% del total) y que, según sus estimaciones, esta tasa ha podido subir hasta el 33,3% por la pandemia; lo que quiere decir que 1 de cada 3 niños y niñas crecerá en situación de pobreza. En la Comunitat Valenciana, antes de la pandemia más de 270.000 niños y niñas estaban en riesgo de pobreza o exclusión social, lo que suponía el 32,5% del total de menores que viven en esta autonomía.

Entre las medidas que propone la organización para abordar el creciente problema de la pobreza infantil destaca una mejora del Ingreso Mínimo Vital (IMV) para igualar el umbral de acceso establecido al de pobreza moderada o, como mínimo, severa e incluir a colectivos que ahora no pueden acogerse a esta ayuda como las familias con menores de edad en situación irregular o los jóvenes extutelados. Del mismo modo, Save the Children apuesta por implementar una nueva ayuda a la crianza que, en clave redistributiva y equiparada a los niveles de apoyo a la infancia existentes en la Unión Europea, promueva mayores niveles de conciliación y alcance un mayor número de familias con bajos ingresos y menores a cargo, más allá de las beneficiarias del IMV.

Para luchar contra la pobreza energética, Save the Children apuesta por extender la prohibición de los cortes de suministro energético más allá de la vigencia del estado de alarma y, en paralelo, avanzar hacia una reforma del bono social más acorde con las necesidades de consumo y niveles de ingreso de los hogares.

A nivel autonómico, algunas de las propuestas que proponen para ayudar a combatir la pobreza infantil son:

  • Ampliar la cobertura y mejorar la gestión de la Renta Valenciana de Inclusión, priorizando a las familias con menores a cargo y monoparentales. Se debe reconfigurar la RVI para dar cobertura a todas las familias con hijos a cargo en situación de pobreza que quedan fuera del IMV, y aumentar las cuantías percibidas por las familias con hijos a cargo beneficiarias de la prestación que se encuentren en situación de pobreza severa.
  • Aumentar los recursos disponibles y especializados en el sistema de servicios sociales, asegurando que se pueda dar una respuesta adecuada a las necesidades de las familias en situación de pobreza y exclusión social.
  • Garantizar las medidas que favorezcan la adaptación de horario y reducción de jornada laboral para el cuidado de niños y niñas durante la pandemia. Se debe abordar la reforma de la regulación del tiempo de trabajo y de la conciliación laboral y familiar con perspectiva de género, priorizando a las familias con mayor vulnerabilidad, especialmente a las monoparentales.
  • Seguir incrementando las plazas para garantizar un acceso universal progresivo a educación infantil de 0 a 3 años, priorizando a los niños y niñas en situación de pobreza o exclusión social.
  • Continuar implementando planes de refuerzo educativo con recursos y amplitud suficientes para garantizar su eficacia y reducir el desfase educativo, especialmente entre el alumnado más vulnerable.
  • Ampliar el parque de vivienda pública de alquiler social como forma de hacer frente a las crisis habitacionales derivadas de desahucios, impagos u otras situaciones de vulnerabilidad económica y exclusión social. La presencia de niños y niñas debe ser, en todo caso, un elemento prioritario para la atención de tales emergencias.

"Muchas de estas medidas ya han sido recogidas en diferentes documentos oficiales y cuentan con el apoyo de la gran mayoría de los grupos políticos, como el dictamen de la mesa de reconstrucción de les Corts. Por tanto, si queremos defender a la infancia más vulnerable y que ningún niño o niña se quede atrás, es fundamental que se pongan en marcha con la máxima urgencia y el máximo alcance posibles", concluye Hernández.

Save the Children explica que todas estas propuestas son realistas y realizables a través de los Fondos Europeos de Recuperación para impulsar así políticas específicas que tengan un impacto positivo en la vida de la infancia más vulnerable.

Programa de emergencia A tu Lado

En marzo de 2020 Save the Children puso en marcha en España el programa de emergencia "A tu lado" para continuar apoyando a las familias vulnerables, tal y como venía haciendo antes de la pandemia. Con este proyecto la organización ha ayudado en el último año a más de 3.000 niños y niñas, y sus familias; concretamente a más 400 familias de la Comunitat Valenciana y a un total de 2.000 familias en toda España. Para elaborar el informe han entrevistado a 1.290 familias vulnerables a las que apoya en diferentes comunidades autónomas para conocer de qué manera les ha impactado la pandemia en el último año.