El tsunami político que provocó ayer la moción de censura del PSOE y Ciudadanos en Murcia contra el PP y el posterior anuncio de elecciones anticipadas en Madrid ha abierto la puerta a la inestabilidad en los pactos que la derecha mantiene en la Diputación de Alicante y en el ayuntamiento de la ciudad. En estos momentos todo depende de que lo que está aconteciendo fuera de la provincia termine por forzar a la dirección nacional de Cs a adoptar la misma decisión que en Murcia para agarrarse a la visibilidad que le puede aportar la gestión y así poder rentabilizarla de cara a las urnas dentro de dos años. El presidente provincial y de la diputación alicantina, Carlos Mazón, ha tenido el pleno convencimiento de que los naranja estaban de su lado, sin fisuras. Pero esta crisis en la derecha le ha dejado ante un escenario que ya no maneja con precisión, aunque es verdad que los dos diputados que sustentan su gobierno siguen siendo contundentes a la hora de afirmar que el pacto es sólido, al igual que ocurre en el Ayuntamiento de Alicante.

El PSPV se afanó ayer en tender la mano de Ciudadanos en la diputación para sellar una moción de censura al estilo murciano y desbancar a los populares de la presidencia. Ni siquiera necesitarían el apoyo de Compromís, aunque el único diputado de la coalición valencianista en la corporación provincial se mostró dispuesto a apoyar el nuevo acuerdo.

Sin embargo, el coordinador provincial de la formación naranja, Javier Gutiérrez dejó claro que la idea no es romper ninguno de los pactos que mantienen con el PP la provincia, apelando a su «buena salud». De hecho, aseguró tajantemente que lo sucedido en Murcia y Madrid no va a tener consecuencias en las coaliciones de las que forman parte en Alicante. Aún así, durante la mañana de ayer, en las conversaciones de pasillo del Palacio Provincial solo se hablaba de los nervios en el seno del equipo de gobierno. En las comisiones que se celebraron, los diputados intercambiaron bromas sobre la posibilidad de cambiar de gobierno.

Mientras Mazón aseguraba estar tranquilo, fuentes cercanas al equipo de gobierno indicaban que el dirigente popular no está para bromas desde que supo que Fernando López Miras no será el presidente de Murcia. Era su principal aliado para debilitar la figura de Ximo Puig y, de hecho, los dos dirigentes habían sellado un frente común en defensa del trasvase Tajo-Segura y de las necesidades de agua de ambos territorios. Tanto en la diputación como en el Ayuntamiento de Alicante, Ciudadanos se ha alineado de forma uniforme con el PP, con un seguidismo absoluto a las políticas de Mazón.