El PSOE busca un emplazamiento seguro para su 40 congreso federal y la ciudad de València es una candidata bien colocada. Lo único claro de momento (si la pandemia lo permite) es que el cónclave se desarrollará en octubre de manera presencial. Aunque el secretario de Coordinación Territorial del PSOE, Santos Cerdán, recalca que todavía no se ha tomado ninguna decisión sobre qué lugar será el escogido, el comité organizador se ha desplazado recientemente al complejo de la Marina para examinar su viabilidad como posible ubicación.

La idea de que València pueda ser la sede ha comenzado a circular en círculos políticos y periodísticos. En el PSPV reconocen que hay posibilidades de que así sea, pero se muestran muy prudentes.

Preguntado ayer en una entrevista con Ana Rosa Quintana, el president Ximo Puig, secretario general del PSPV, dejó claro que de momento no tiene conocimiento de ninguna determinación al respecto. «Estaríamos encantados, sería un alegría que fuera así», dijo en cualquier caso. A favor de que València pueda acoger la cita juegan que se trata de la primera comunidad gobernada por los socialistas en este momento y el peso orgánico del ministro y secretario de Organización, el valenciano José Luis Ábalos, pero también la sintonía en los últimos tiempos (en la pandemia, especialmente) entre Pedro Sánchez y Puig.

Aunque el congreso debería celebrarse en junio, se aplazó a octubre buscando un escenario más relajado en el que pueda desarrollarse de manera presencial. El último cónclave de 2017 encumbró a Sánchez en medio de un clima de fractura interna que hoy parece muy lejano en el PSOE. La cita de este año debería servir para reafirmar y ensanchar el liderazgo del presidente.