Escola Valenciana ha solicitado a la Conselleria de Educación que se mantenga vigilante para que los institutos no impartan el próximo curso menos del 50 % de horas en valenciano. Así lo han plasmado en un escrito que presentaron ayer al departamento que dirige Vicent Marzà en el que, además, también exigen más recursos personales para que los centros puedan aplicar con éxito el plurilingüismo, que en 2021-22 llegará a Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional, después de la moratoria de un año por la pandemia.

Para que se cumplan los objetivos del Programa de Educación Plurilingüe e Intercultural (Pepli) — que son garantizar que el alumnado acabe los estudios obligatorios con un conocimiento equilibrado de las dos lenguas oficiales y de inglés—, Escola Valenciana pide a la conselleria que incremente la plantilla de asesores plurilingües que atienden a los centros educativos, así como planes específicos de formación para el profesorado, por ejemplo, de la metodología TILC (Tratamiento integrado de lengua y contenido), con la que las lenguas se entrelazan en las clases a través de los diferentes materiales de aprendizaje. Y es que, «no solo se trata de hacer una ley, el plurilingüismo es un cambio metodológico que debe venir con medidas y con acompañamiento al profesorado, lo que es imprescindible para el éxito», explica Francesc Felipe, gerente de la entidad.

Escola Valenciana también solicita que cada centro cuente con una persona coordinadora de educación plurilingüe —igual que ya existen coordinadores de igualdad— y que la conselleria haga un seguimiento para asegurar que los planes experimentales —que la ley incluye y que se desplegarán sobre todo en las zonas castellanoparlantes— cumplan los objetivos de la ley en la transición hacia el plurilingüismo.

Uno de los puntos que preocupan, según reconocen, es que en la transición entre etapas (de Primaria a Secundaria), el alumnado sufra una reducción de horas de valenciano lo que, según Felipe, no cumpliría con la ley, que marca que debe haber «como mínimo» una continuidad entre niveles. Ante esto, se muestran «expectantes» por ver los resultados de los proyectos lingüísticos de centro (PLC) que los institutos presentaron en febrero con su propuesta y que ahora estudia la conselleria. «Nos ponemos a disposición de las familias en caso de que no se garantizar la continuidad de la enseñanza en valenciano», aseguran desde Escola.

«No corrige desigualdades»

Por otro lado, cinco entidades se muestran más beligerantes con la conselleria y ayer solicitaron «la paralización del PEPLI y una reforma urgente y en profundidad de la ley de plurilingüismo».

En concreto, la Plataforma per la Llengua; los sindicatos universitarios BEA, SEPC y Acontracorrent; y la plataforma Decidim creen que ha habido «una discriminación por parte de la Conselleria de Educación», en referencia a los centros que han denunciado perder valenciano el próximo curso, y critican que el plurilingüismo no garantiza actualmente «la corrección de las desigualdades y el enriquecimiento cultural sino que causan el efecto contrario». «La ley de plurilingüismo, tal como se plantea, pone en peligro los esfuerzos realizados durante décadas para conseguir la normalización lingüística», consideran estas entidades.