Algo de metafórico tiene que el dimitido síndic de Ciudadanos, Toni Cantó, abandone la política valenciana para irse al programa «Todo es mentira» de Risto Mejide. Cantó cambia la tribuna parlamentaria por los platós de las televisiones nacionales, donde ganará visibilidad y protagonismo y podrá amplificar su mensaje contra sus dos grandes demonios: el comunismo y el nacionalismo.
Será el paso previo a su desembarco en el PP según distintas fuentes internas que insisten en situarlo en la órbita de los populares. Ayer, el número dos del PP, Teodoro García Egea, puso a Cantó como perfil que encajaría entre los «defraudados» con Arrimadas y añadió que en Ciudadanos hay muchos que pueden tener «un papel en el futuro de España».
Su paso por la política valenciana ha tenido mucho de hiperliderazgo y como legado deja un grupo parlamentario totalmente fracturado que aún necesita tiempo para digerir lo que ha vivido en los últimos días y que afronta una batalla por el control de la era post Cantó, que no está exento de un riesgo serio de ruptura. También será necesario un cambio en la coordinación autonómica. No será Fernando Giner, el único valenciano en la comisión permanente pero que prefiere seguir centrado en su labor de oposición en el Ayuntamiento de València. Es de los pocos que no ha estado en ninguna batalla interna y parece que del único que se fía Madrid. Siempre ha formado parte de la dirección nacional, tanto con Rivera como con Arrimadas
Preocupación por la división
Mientras, varias fuentes se declaraban ayer preocupadas por lo que puede suponer la batalla por la elección del nuevo síndic. El liderazgo de Cantó apenas ha durado medio año, pero ha sido todopoderoso, afirman en el grupo. Lo controlaba todo. Y muchos entienden ahora, vistos los acontecimientos de los últimos días, la resistencia que durante meses planteó la presidenta del partido, Inés Arrimadas, a apadrinar a Cantó como líder autonómico, al que evitó nombrar hasta el pasado mes de septiembre. Ayer los suyos le despidieron con buenas palabras en una reunión matinal de apenas un cuarto de hora en las Corts en la que nadie le reprochó que se marche y de alguna forma deje en la estacada al cerca de medio millón de valencianos que hace menos de dos años le dio su confianza. «No nos ha defraudado, pero sí sorprendido, aunque era una cosa que se podía esperar», aseguró la portavoz adjunta, Ruth Merino.
Durante la reunión incluso algún diputado que suena para síndic bromeó en que en el futuro pueden encontrarse de nuevo en otro partido, en referencia al PP. Por la tarde los responsables de Organización autonómicos, Teresa Ortiz, y de coordinación Institucional, Jesús Gimeno, convocaron de nuevo a los diputados.
Vicente Fernández para síndic
Y salió a la palestra la renovación del síndic. Los afines al exsecretario de Organización y hoy senador Emilio Argüeso plantearon ya abiertamente el nombre de Vicente Fernández como posible nuevo portavoz. Fernández es un buen orador que ha sido muy crítico con el Botànic y tiene un discurso mucho más cercano al PP y Vox que de tender puentes con el PSPV, como Cantó ha hecho en los últimos meses. También se asegura en el partido que Cantó ha tratado de tutelar el relevo y que considera a Fernando Llopis como la persona más idónea.
Pero la elección necesita mayoría del grupo y los críticos aseguran que ya la tienen por lo que el nombre de Fernández ganaría enteros en las quinielas frente a los de Llopis o también las adjuntas Mamen Peris, que también concitaría consenso, o Ruth Merino.
Mientras, Cantó aseguró en una multitudinaria rueda de prensa en el jardín de las Corts que abandona la política y que no tiene intención de recalar en ningún partido frente a la opinión de la mayoría de sus hasta ahora compañeros que están convencidos de que aparecerá en algún momento en el Partido Popular.
El ya ex síndic asegura que el momento concreto en el que tomó la decisión de abandonar fue el mismo lunes cuando comprendió en la reunión de la ejecutiva de su partido que en Ciudadanos nadie iba a asumir responsabilidades después del fiasco de la moción de censura en Murcia y de los pésimos resultados en las elecciones catalanas.
Un trabajo que no sirve
Afirma que no tenía un plan preestablecido para dimitir antes de esa tensa reunión del lunes y añade que ya no se siente representado por la cúpula de su partido y que tiene la sensación de pasarse todo el día haciendo un trabajo que en el fondo no vale para nada porque las decisiones las toman Inés Arrimadas y su núcleo duro.
En la misma comparecencia anunció que su intención es aceptar ofertas que le llegan de varias productoras para hacer programas televisivos y por la tarde se conoció que una de ellas es la de «Todo es mentira» de Mejide.
Después añadió que se queda en el paro porque los exdiputados no cobran sueldo ni tiene derecho a ninguna percepción y que es libre para decidir su futuro.
Preguntado varias veces por si ha tenido ofertas o tiene pensado ir al PP, Cantó insistió en que las únicas ofertas que tiene son de productoras. Varias veces dijo que ha perdido la ilusión por la política y que vuelve a su antiguo trabajo. También lanzó varios recados a su expartido, al que acusó de ver enemigos en el PP cuando la única opción para derrotar a la izquierda es el España Suma a nivel autonómico que él ha propuesto.
Afirmó que sus únicos contactos con el PP fueron con García Egea porque se mostró preocupado por lo que podía ocurrir en Alicante y para cerrar añadió que desconoce qué posición puede adoptar su partido respecto a las instituciones que Cs y PP gobiernan como el Ayuntamiento de Alicante o la diputación.
Uno de los más duros contra Cantó ayer fue el exvicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, a quien el exportavoz valenciano ha criticado de forma abierta en los últimos días. Según Aguado, Cantó quería entregar las llaves del partido al PP y eso no va a pasar. «Como no va a pasar es lógico que coja su mochila y se vaya», aseguró.
Vox y PP abren las puertas
Mientras, portavoces autonómicos de PP y Vox aseguraron que abren las puertas a quien quiera integrarse, «Dejar el partido porque no se han aceptado sus propuestas es valiente. De todas formas no es momento de disputarse sillones», aseguró José María Llanos, de Vox. Preguntado si coincidía con Cantó en asuntos políticos, Llanos añadió que quizá en algunas cosas «como la defensa del Estado y el tema lingüístico», pero no en otras muchas, como la ideología de género.
Mientras, la portavoz adjunta de Ciudadanos en las Corts Ruth Merino admitió que las cosas se podrían haberse hecho mejor desde la dirección del partido, pero no cree que la presidenta de Cs, Inés Arrimadas, se haya alejado de la esencia de la formación, como sí denunció el todavía síndic del grupo, Toni Cantó. Merino cree que Cs aún tiene futuro.
