El Consejo Empresarial del Juego, CeJuego, la principal patronal del juego privado en España, reclamó ayer a la Generalitat la apertura de los locales y establecimientos de juego en la autonomía al ser «los únicos que permanecen cerrados en toda España». Según denuncian, la situación «se prolonga desde hace dos meses, está afectando al futuro y viabilidad de 133 empresas valencianas del sector —muchas de ellas pymes familiares—, además de poner en peligro los cerca 7.000 puestos de trabajo directos, que ascenderían a 30.000 de manera indirecta». El sector calcula unas pérdidas de 129 millones de euros, que se suman a las registradas en 2020 por la crisis de la covid.

El conjunto de organizaciones exige «conocer los criterios que han llevado al Consell a continuar con el cierre de sus establecimientos, a pesar de contar con medidas adicionales de seguridad y prevención sanitarias, aplicadas desde que empezase la pandemia hace un año».

Recuerdan que sus establecimientos cuentan, entre otras medidas, con «control y limitación de aforo, personal para garantizar las distancias de seguridad y sistemas de ventilación para renovar el aire de los locales de manera constante». Además, remarcan que otras comunidades como Cataluña o Baleares, que hasta hace unas semanas estaban en la misma situación, «han decidido abrir estos locales por no presentar ningún riesgo y seguir las mismas directrices que otros sectores».

La incidencia se sitúa en la Comunitat por debajo de 50, es decir, en nivel de alerta bajo. Por esta razón, desde el sector argumentan que «no hay ningún dato sanitario que justifique que se restrinjan los derechos y libertades de las empresas y trabajadores de un único sector, obligando a bingos, casinos y salones de juego a permanecer cerrados sin alternativa».