El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, aprovechó ayer el acto en el que anunció 15 millones en ayudas directas para el transporte, para echar en cara a la Diputación de Alicante el retraso en el pago de las ayudas Paréntesis, dentro del Plan Resistir, a los municipios alicantinos para apoyar a la hostelería, el ocio y otros sectores afectados por el covid. El presidente se refirió a la ejecución de este programa financiado por la Generalitat, las diputaciones y los municipios, para alertar de la doble velocidad de determinadas entidades locales, en referencia a la lentitud del presidente Carlos Mazón (PP) a la hora de hacer llegar estos fondos a los ayuntamientos. Puig quiso darles un tirón de orejas para pedir que, cuanto antes, envíen el dinero para poder ayudar a los autónomos. Puig recordó que la Diputación de València, ya ha pagado la totalidad de las ayudas, mientras la de Alicante va más retrasada, por lo que destacó la necesidad de «agilizar los recursos para que lleguen lo más rápidamente posible a la ciudadanía».

La Diputación de Alicante tiene previsto aprobar mañana en un pleno extraordinario la autorización del gasto del Plan Resistir. Este acuerdo permitirá que los 14,7 millones que la institución provincial aporta a este programa inversor lleguen a los ayuntamientos a lo largo de abril. El diputado de Presidencia y Economía, Eduardo Dolón, explicó que una vez se ha autorizado y ha entrado en vigor el uso del remanente, «la corporación aprobará la autorización de los fondos para que, una vez realizada la pertinente tramitación contable, los consistorios puedan disponer de este dinero, que les llegará directamente a su caja, y repartir las ayudas entre los beneficiarios».

Debido a de la burocracia

En este sentido, achacó el retraso a la burocracia que tienen este tipo de programas: «Conlleva unas diligencias que se deben cumplir y que llevan su tiempo». La aportación provincial representa el 22,5% del plan, en el que también participan, además de la administración autonómica, los propios ayuntamientos.

Al margen de este tirón de orejas, el presidente de la Generalitat anunció ayer que la Generalitat destinará 15 millones a una nueva línea de ayudas directas dirigidas a compensar al sector del transporte discrecional de pasajeros por las pérdidas debido a la pandemia.

Se trata de un sector estratégico de movilidad, en el que operan en la Comunitat unos 2.500 autobuses, pertenecientes a 215 empresas, muchas de ellas pymes, y que está muy vinculado a las actividades de turismo, ocio, culturales o educativas, que han sufrido importantes pérdidas por las restricciones establecidas para hacer frente al covid. Las nuevas ayudas van destinadas a «suturar en parte la gran herida» derivada de la pandemia.

Así lo avanzó Puig tras una reunión de seguimiento de las ayudas del Plan Resistir en la que participaron los consellers de Hacienda y Modelo Económico, Vicent Soler; Educación, Cultura y Deporte, Vicent Marzà; Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo, Rafa Climent, y Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad, Arcadi España, así como el director del Instituto Valenciano de Finanzas, Manuel Illueca.