La vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, ha asegurado esta mañana que su relación personal con el educador social condenado por abusos sexuales continuados a una menor tutelada por la Generalitat no influyó en la gestión que su conselleria hizo de este asunto. Luis Eduardo Ramírez Icardo, ex marido de la consellera Oltra, ha sido condenado por la Audiencia Provincial de València a la misma pena dictada hace poco más de un año: cinco años de prisión tras la repetición del juicio. La sentencia, reitera la pena de prisión, aunque le añade la agravante de superioridad y es extremadamente dura con la actuación de la conselleria a la que acusa de "hostilidad" y "falta de empatía" hacia la víctima.

Al ser preguntada en la rueda de prensa posterior al pleno del Consell sobre hasta qué punto su relación con el condenado podría haber influido en el proceder de la conselleria, Oltra ha contestado: "Rotundamente, no". Ha sido ella misma quien, a lo largo de su intervención, ha asegurado que este caso concreto está en el foco mediático y de la oposición, por la relación que mantenía con el educador.

Como hizo en el vídeo que Oltra realizó para anunciar que daría explicaciones en las Corts y aludió también este jueves en el pleno de la sesión de control al presidente Puig, Oltra ha sugerido que el machismo imperante en la sociedad hace que se estigmatice a las mujeres, en este caso, a ella misma, por haber sido pareja del monitor condenado. Y como prueba ha puesto el ejemplo de que en muchos artículos periodísticos se ha omitido el nombre del educador, pero en cambio no se han puesto siglas para referirse ella misma. Una reflexión que apunta a que ella se considera tambén víctima de lo ocurrido. La vicepresidenta ha insistido en que se habla de esta setencia, pero no de otra que constata que dos menores de un centro tutelado por la Generalitat (el centro de Monteolivete) fueron prostituidas. No obstante, ha admitido que desconoce los términos de esa sentencia y si esta también carga contra la actuación de la conselleria. "La única diferencia entre ambos casos es mi relación personal, no se pone en el centro a las víctimas", ha reprochado.

En una complicada comparecencia y en la que Oltra por momentos se ha quebrado, ha asegurado que asume las responsabilidades políticas de este caso y de todos los demás que afectan a su conselleria, pero ha acotado esta responsabilidad a dar explicaciones antes los medios y en las Corts.

Oltra ha admitido "disfunciones" y "errores" en la gestión de este asunto si bien ha subrayado en dos ocasiones que "no se juzga a la conselleria sino al condenado". "Cualquier error o disfunción por parte del tribunal se analizará al detalle para mejorar la actuación de la administración" ha subrayado. Y ha defendido que "cuando la dirección política de la conselleria tuvo conocimiento ordenó a la dirección territorial que prestara toda su colaboración a la fiscalía y en septiembre se aprobó un nuevo protocolo recordando la obligación de comunicar a la fiscalía de menores cualquier sospecha de abuso".