La subida de los termómetros, el buen tiempo y el ambiente «pascuero» se conjuraron ayer en una jornada primaveral que muchos valencianos aprovecharon para pasar un día con la familia o los amigos, alejados del encierro hogareño. Personas de avanzada edad vacunadas que comienzan a dar paseos en compañía dejando atrás el miedo que existía hasta hace poco, comidas domingueras de «táper» al aire libre, rutas deportivas y terrazas de bares al límite de su capacidad en los paseos marítimos. Son algunas de las estampas que dejó, a lo largo y ancho de la Comunitat Valenciana, el domingo previo a la Semana Santa, un calentamiento de lo que será el próximo fin de semana, cuando se espera que los principales destinos rurales de interior y las playas registren una mayor afluencia, pese a las restricciones que limitan los desplazamientos de los vistantes foráneos.

El president de la Generalitat, Ximo Puig, advirtió ayer de que «las noticias que llegan son muy negativas» y asumió que «vamos a vivir días complicados», puesto que la Semana Santa «favorece la movilidad y el contacto». En cualquier caso, el jefe del Consell apuntó que, una vez pasado San Vicente, «podremos ver con más optimismo alguna relajación de las restricciones» en materia sanitaria. La Comunitat Valenciana afronta esta semana la finalización del proceso de vacunación del personal de la comunidad educativa. Puig confió en que, en 15 días, todos los mayores de 80 años puedan estar vacunados.