El goteo de pronósticos para la Semana Santa apareció hace algo más de quince días, pese a que la información meteorológica empieza a tener fiabilidad a unas tres o cuatro jornadas vista, sobre todo en este periodo del año. La primavera supone un auténtico hándicap para elaborar predicciones. Los meses de marzo, abril y mayo son una caja de sorpresas a nivel meteorológico. El incremento de las horas de sol en el hemisferio norte hace que las temperaturas vayan subiendo. También en latitudes polares, inestabilizando todo ese aire frío que hasta ahora había permanecido muchas veces confinado al norte de Islandia, de la península escandinava o Siberia, a excepción de algunas intrusiones más meridionales que nos han dejado tiritando. En estas fechas, la muralla que en invierno consigue retener todo ese frío al norte flaquea y se multiplican sus meandros, que deben interpretarse como un toma y daca continuo entre el aire de latitudes medias, más templado, y el norteño. Ese cercado se conoce como chorro polar o jet stream, y ahora se comporta como una manguera desbocada por el paso desmedido de agua. Imagínense el caos.

Ahora sabemos que va a aumentar la presión y que el serpenteo se producirá, pero la ciencia aún no ha logrado descifrar cómo se moverá de forma fiable a medio plazo. A través de superordenadores, tratamos de anticiparnos comparando las condiciones actuales con otras similares del pasado. Esto muchas veces sale bien, pero otras no. De repente el chorro polar da un latigazo y zas, golpea a tu predicción dejándola noqueada sobre el rin. Para recabar información meteorológica es importante consultar fuentes de información especializadas. Últimamente muchas personas se están lanzando a hacer predicciones sin tener una mínima noción de cómo funciona la meteorología y acaban groguis. Hay quienes fallan por desconocimiento y ¡pum! nocaut. Otros están cometiendo errores premeditados para ganar lectores y parecen gustosos de recibir el golpe, porque deben ser como muñecos tentempiés.

En esta Semana Santa no va a hacer falta tirar de imaginación. De entrada, gran parte del país tendrá temperaturas muy altas para las fechas que corren debido a la llegada de una masa de aire subtropical. Algunas ciudades batirán récords por calor entre hoy y mañana. Todas de la mitad oeste peninsular. Al este llegará el polvo en suspensión pero no las mangas cortas, el mar Mediterráneo está frío y el viento marítimo refrescará de lo lindo. A partir del jueves las capas altas de la troposfera albergarán aire frío y estallarán las tormentas, que ya son el colmo de la imprevisibilidad. No me pondría yo en el lugar de los ‘hombres del tiempo’... ¡Ups!