El president de la Generalitat, Ximo Puig, y la consellera de Sanitat, Ana Barceló, creen que los usuarios de la playa deberían estar exentos de usar la mascarilla siempre y cuando se respete un perímetro de seguridad de dos metros de distancia respecto a otros usuarios y durante el baño. Así lo expresaron ambos ayer, durante una jornada en la que se celebró el Consejo Interterritorial de Salud justo después de que el BOE publicara la obligatoriedad de portar el cubrebocas en todo momento, tanto en espacios al aire libre como en interior en todo el territorio nacional.

El presidente Puig aseguró ayer al respecto que cree que en espacios con las playas no debería ser necesario el uso de la mascarilla, porque - según apuntó - «hay estudios que dicen que es un espacio seguro». Puig se pronunció tras mantener una reunión con el presidente de la Diputación de Castelló, José Martí, y después de que la consellera de Sanitat participara en la reunión del Consejo Interterritorial convocada por el Ministerio de Sanidad, en la que la responsable del área en la Generalitat propuso que la mascarilla no sea de uso obligatorio mientras se toma el sol y durante el baño. El president señaló que «la ventilación es un elemento fundamental y, en relación a las playas, hay estudios que dicen que es un espacio seguro».

No obstante, también dijo que si finalmente se decide que es obligatorio el uso de la mascarilla «se deberá cumplir». Por su parte, la consellera Ana Barceló, informó de que la Comunitat Valenciana hará aportaciones a la «Ley de Nueva Normalidad» para que se regule el uso de la mascarilla en los espacios de playas de cara a la época estival.

La responsable de Sanitat insistió, no obstante, en que «sea cual sea la normativa los ciudadanos deben cumplir siempre las recomendaciones y normas establecidas por las autoridades sanitarias», ya que «los buenos datos no pueden llevar nunca a la relajación del cumplimiento de las medidas», apuntó ayer Barceló.

Colomer pide «sensibilidad»

La publicación en el BOE de una norma que obligaría a toda España a utilizar mascarilla en espacios abiertos y cerrados y que se podría matizar en los próximos días ha provocado reacciones en diferentes sectores. El Secretario Autonómico de Turisme, Francesc Colomer, declaró ayer al respecto que «hemos sido siempre muy respetuosos con lo que la autoridad sanitaria determine en todo momento» y rogó «sensibilidad para tratar de convivir con el virus de la mejor forma posible». De este modo, apoya las peticiones del sector para que «las playas sean espacios donde, en la medida de lo posible, la gente pueda disfrutar sin mascarilla».

Por otra parte, el presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón, ha opinado al respecto y ha pedido que se deje de «criminalizar» a la hostelería «como si fuera la máxima culpable de una serie de contagios que no se producen en ese ámbito».

Además, Mazón calificó ayer de «chiste» la última «ocurrencia» de usar mascarillas en la playa, «cuando el sector está demostrando que sabe perimetrarlas con seguridad».