La pandemia del coronavirus no entiende de días festivos ni laborables y la vacunación, tampoco. Por eso, ayer Viernes Santo se siguió con la inmunización en diferentes puntos de toda la Comunitat Valenciana, como en el centro de salud de la calle Xile de València, en el que desde las 9:00 horas de la mañana hubo un goteo constante de personas mayores que acudían para ponerse la primera dosis de Pfizer, en muchos casos acompañados de familiares.

«Mi marido está muy delicado y siento alegría porque tenía ya muchas ganas, así puedo estar un poco con mis hijos y nietos más tranquila...», apuntó Pilar Fernández, recién vacunada. «Me parece muy bien que vacunen, siendo tan necesario. Esto es una epidemia y hay que vencerla como sea, lo primordial es eso, ya vendrán más Viernes Santo», reflexionaba.

«Deseo que se acabe todo, que la gente se vacune y tenga conocimiento, que jóvenes y mayores sepan que esto es muy serio... hay que ayudar a vencer esto», añadía la mujer, que había acudido junto a su marido, José Casañ, y su hija. «Nos han cuidado mucho y hemos tenido mucho cuidado», explicaba sobre su familia.

«¡Ya está bien de pandemia!»

Josefina Romero también se mostraba agradecida mientras reposaba tras recibir su dosis. «Estoy contenta de habérmela puesto. Me preguntaba cuándo me vacunaban… y me llamaron. Me extrañó que fuera festivo, pero me dijeron que sí trabajaban», explicaba. Por su parte, José Pérez también indicaba después de vacunarse que «ya tenía ganas, por terminar, que ya está bien con la pandemia…».

«La verdad es que no he notado nada, estoy bien. He tenido la inquietud de si venir o no, porque escuchas muchas cosas… pero es más seguro que nos vacunen. Me han llamado más pronto de lo que esperaba», reconocía por su parte Paco Cerdà, junto a su hija, Nieves Cerdà, ya «más tranquila» al estar su padre, en parte, más protegido.

En este pequeño centro de salud de València ya había unas 600 personas citadas para ayer y durante toda la jornada estuvieron llamando a otros usuarios más mayores, para ver si podían acercarse y vacunarse casi al momento. Esto fue posible gracias a la pequeña remesa de dosis de Pfizer que llegó el jueves, por lo que ayer tenían capacidad de inmunizar a un centenar de pacientes en total.

Según explicaron desde el centro de salud, el plan era finalizar la inmunización de las últimas personas mayores de 80 años y ya habían empezado a contactar con los usuarios de 79 y 78 años, avanzando la inmunización que el Consell anunció para la próxima semana. En concreto, se citará vía SMS a las personas entre 79 y 65 años, detalló ayer la Conselleria de Sanidad. «Es fundamental y sabemos que la vacunación es la única manera de salir de esto, además de la protección individual y la responsabilidad de cada uno. Según vamos recibiendo dosis, no tenemos inconveniente en abrir un día festivo... y lo que haga falta», apuntaba la doctora Francisca Torres, coordinadora del centro de Salud de Xile.

«Nos propusimos vacunar a los mayores de 80 años antes del 31 de marzo. Hemos recibido vacunas, hemos ido a un ritmo rápido y ágil, con buena respuesta de la población. Por eso, pedimos autorización para vacunar a las personas de 79 y 78, y nos la han dado. El objetivo es no dejar de vacunar y no dejar sin poner ninguna dosis disponible», añadía la doctora.

Aunque sin perder el temor al virus, estas vacunas dan un poco más de libertad. «Tenía ganas de tenerla puesta, porque no salimos de casa, solo para ir al campo», explicaba Asensio Sanchis, junto a su hijo, que puntualizaba que el paso supone «en parte una liberación, para no tener tanto miedo, aunque aún nos falta la segunda dosis... Vivo con ellos y salgo lo justo y ya están agobiados de estar tanto en casa».