El turismo sostenible está en el ADN del Pacte del Botànic, pero su desarrollo está siendo casi testimonial. El turismo de masas, articulado por las grandes rutas aéreas internacionales, es un modelo tan arraigado (e importante para la economía) que será difícil de reconducir en las próximas décadas. Lo positivo es que gran parte del camino de esta hoja de ruta está aún por recorrer, por lo que el margen de mejora es inmenso. En esta estrategia, los caminos naturales y las vías verdes de la Comunitat Valenciana, con más de 340 kilómetros transitables repartidos en 15 itinerarios, son una poderosa herramienta de transformación. Pese a su escasa promoción y un mantenimiento justo, los indicadores muestran un importante crecimiento del uso de estas rutas no motorizadas, con cada vez mayor impacto económico.
Entre las ventajas que ofrece el turismo de caminos naturales y vías verdes el principal sería, por descontado, su carácter sostenible, ya que se realiza con desplazamientos a pie o, mayoritariamente, en bicicleta. La apuesta potencia un turismo activo, saludable y fomenta valores como la proximidad, la ruralidad o favorece la intermodalidad con el transporte público, aunque precisamente en este punto España está a años luz de las excelentes opciones que ofrecen países como Francia o Alemania, con vagones en los trenes reservados a las bicicletas.
Las vías verdes reactivan pueblos y zonas que habían quedado desconectadas al recuperar antiguos trazados de ferrocarril y estimulan el desarrollo económico de estas zonas rurales. Los amantes de cicloturismo y del senderismo practican un turismo «lento» que fomenta el interés por la riqueza de la gastronomía local, el patrimonio y la vida de los territorios que atraviesa.
Un importante potencial
No existe ningún estudio económico sobre el impacto de las vías verdes, pero sí diversos indicadores que nos acercan a la realidad y el potencial de este turismo sostenible. El «Estudio sobre el nivel de uso e impacto socioeconómico de los Caminos Naturales y Vías Verdes», realizado en 2019 por la Fundación de los Ferrocarriles Españoles, estimaba que cada itinerario cuenta con 174.133 usuarios anuales, aunque es una encuesta con datos desiguales y hay rutas que doblan la cifra.
En cuanto a la manera de recorrerlos, el 37,7 % son viandantes y el 55,8 % ciclistas, el 6,5 % lo recorren a caballo, patín o silla de ruedas). «La tendencia general del conjunto desde 2014 es el aumento del uso de la bicicleta (46,4 % en 2014)», apunta el informe. Según las respuestas recogidas los visitantes locales representan el 65,4% frente al 34,6% de visitantes (de estos un 14% extranjeros), pese a que el estudio admite la escasa promoción de las vías verdes.
La recuperación de caminos naturales y vías verdes ha permitido el desarrollo de numerosas empresas relacionadas con estos itinerarios, desde servicios de transporte, pasando por una creciente oferta de restauración y alojamiento. En cuanto al perfil de las personas usuarias, varios indicadores señalan que la edad media estaría entre 45-55 años, y de ellos un 40% son mujeres, un porcentaje que aumenta cuando la ruta es más accesible, al igual que la presencia de familias. Además, el 70 % de las personas que eligen este tipo de turismo, realiza viajes de larga duración.
Un estudio realizado por Carmen Aycart en 2015, que fue gerente de Vías Verdes, estimaba que un cicloturista gasta de media 57,08 € día y un total de 439 € por viaje. En Europa el impacto económico directo del cicloturismo está en torno a los 50.000 millones de euros anuales, con Francia y Alemania como principales motores.
El potencial de la Comunitat Valenciana es uno de los más importantes de España, entre otras cosas porque cuenta con unas condiciones inmejorables para la práctica del cicloturismo en todas las épocas del año y 15 itinerarios de todas las extensiones, incluida la vía verde más larga de España, la de Ojos Negros, que arranca en la provincia de Teruel y da vida a numerosos pueblos del interior, como Barracas, Viver, Caudiel o Algímia de Alfara.
En este contexto es importante destacar que la Conselleria de Política Territorial va a realizar una inversión global de más de 75 millones de euros en este mandato para la creación y mejora de 224 km de vías verdes y carriles ciclopeatonales de la Comunitat Valenciana. Las actuaciones afectarán a 58,9 kilómetros de trazados de Alicante, a 33,1 kilómetros de Castellón y a 131,9 kilómetros de València.
ACTUACIONES PREVISTAS
PROVINCIA DE CASTELLÓ
Ribesalbes
Adjudicada la mejora de del puente de Ribesalbes. 1,2 millones de euros
Castelló
Iniciada 1ª fase de la prolongación de la ciclorruta CR-16 desde el centro penitenciario de Castelló. 2,2 Km dde longitud y 250.000 €.
Sant Rafael del Riu
Adjudicada la construcción de una pasarela peatonal sobre el río Sénia. Presupuesto de 420.560 euros.
PROVINCIA DE VALÈNCIA
Albalat del Tarongers - Sagunt - Puçol
Ejecución por fases de la conexión Vía Verde Ojos Negros y Vía Xurra. Se incluye también la conexión dentro del núcleo urbano de Sagunt. Longitud total 16 km e inversión 2,5 millones.
València
En ejecución la pasarela ciclopeatonal sobre la V-30. 3 km y un presupuesto de 4.744.373 euros.
l’Horta
Anell Verd Metropolità por fases. Un tramo finalizado, tres en ejecución, dos en fase de adjudicación, dos en licitación y otros tres programados. Total 22,5 millones.
PROVINCIA DE ALICANTE
Alicante
Recuperación de la Vía Verde La Cantera. 1,5 km y 1,5 millones.
Pego-El Verger
Carril Pego-El Verger por fases. 3,5 millones.
Muro d’Alcoi-Alcoi
En licitación. 28 km y 3,5 millones de euros.
