Save The Children ha constatado que siete de cada diez familias a las que presta atención en la Comunitat Valenciana en sus programas para combatir la pobreza tienen problemas para pagar suministros básicos como la luz y el agua como consecuencia de la pandemia de coronavirus; más de seis de cada diez han tenido también dificultades para hacer frente a la hipoteca o el alquiler y 36,9 por ciento de ellas ha perdido su empleo debido a la crisis económica derivada de la pandemia

Con motivo del primer aniversario de la pandemia en España, Save the Children ha publicado el informe 'Aniversario Covid-19: ¿Qué nos cuentan las familias?' en el que ha entrevistado a 1.290 familias vulnerables a las que apoya en diferentes comunidades autónomas para conocer de qué manera les ha impactado la pandemia en el último año.

La encuesta se enmarca en el lanzamiento de su campaña 'La ola invisible', con la que quiere visibilizar los efectos de la crisis económica y social en las familias que ya sufrían pobreza antes de la pandemia.

Asimismo, la organización ha mandado a los diferentes grupos políticos e instituciones de la Generalitat el documento 'Acabemos con la normalidad de la pobreza infantil', donde incluye las propuestas políticas necesarias para abordar el impacto de la pandemia y propone vías de encaje de las mismas en los Planes de Recuperación, Transformación y Resiliencia, actualmente en fase de elaboración, según ha informado la organización en un comunicado.

Save the Children insiste en que "continuamos inmersos en una emergencia social" y en que "la masiva reducción de los puestos de trabajo, tanto en la Comunitat Valenciana como a nivel estatal, ha supuesto una merma importante en las rentas de las familias vulnerables, agravando la precaria situación en la que ya vivían antes de esta crisis".

Temen un empeoramiento

"Antes de la pandemia los avances en materia legislativa y presupuestaria para luchar contra la pobreza y ayudar a los colectivos más empobrecidos ya se empezaban a notar en los datos oficiales. Sin embargo, desde Save the Children tememos que la situación pueda ir a peor si no se toman las medidas adecuadas", ha asegurado Rodrigo Hernández, director de Save the Children en la Comunitat Valenciana.

"Es fundamental que el Consell continúe impulsando políticas públicas que pongan el foco en la infancia más vulnerable, sobre todo aquella más afectada por las consecuencias de la pandemia, y elimine cualquier barrera que pueda impedir el acceso a estos servicios públicos a estas familias. Si no se sigue actuando con contundencia, los niños y las niñas que viven hoy en situación de pobreza serán adultos pobres", ha añadido Hernández.

Hernández ha explucado que cada día ven cómo para muchas familias "comprar carne, pescado o equivalentes es un esfuerzo sobrehumano al que muchas veces no llegan. Algunas veces incluso se ven obligados a elegir entre comprar comida a sus hijos o pagar las facturas, una situación verdaderamente terrible".

Cuando la carne o el pescado es "un lujo"

Para muchas familias como la de María del Mar, vecina de Paterna con dos hijos, la carne o el pescado son un lujo: "Con la pandemia me enviaron al ERTE, por lo que pasé de cobrar 1.000 euros a aproximadamente 600 y de alquiler ya pago 450 euros al mes y además todos los gastos que conlleva una casa. Cuando voy al supermercado me tengo que privar de comprar muchas cosas, y sólo puedo coger marcas blancas y ofertas, tirar de producto congelado".

Save the Children advierte de que la dieta de estos niños y niñas es, a menudo, dependiente de las ayudas que reciben por parte de la organización, así como de otras entidades. Los comedores escolares son mencionados por las familias como un recurso "importante" para garantizar que sus hijos e hijas acceden a porciones semanales adecuadas de carne, pescado o equivalentes.

A nivel educativo, Save the Children destaca que 8 de cada 10 niños y niñas de las familias encuestadas no ha recibido ningún tipo de atención educativa extra más allá del envío o supervisión de los deberes durante las cuarentenas en el curso escolar 2020-21, lo que les dificulta "enormemente" continuar con su aprendizaje.

Además, el 32% de estos niños y niñas se sienten "desmotivados" con los estudios. Save the Children recuerda que antes de la pandemia la Comunitat Valenciana, a pesar de haber mejorado en los últimos años, tenía una tasa de abandono escolar temprano del 16,4%, niveles todavía "demasiado elevados".

Save the Children también observa que la convivencia en espacios pequeños con varias personas, la inestabilidad laboral y el propio miedo a contraer la Covid-19 ha impactado "enormemente" en el bienestar de estas familias. Por ejemplo, más de la mitad de los niños y las niñas ha tenido cambios negativos en su estado emocional, desarrollando estrés o ansiedad.

Desde junio de 2020, Save the Children ha detectado dentro de sus programas de atención a la infancia vulnerable un total de 21 posibles casos de violencia en el núcleo familiar: en un 95% de los casos fue un adulto hacia un menor.