Mientras persisten las dudas sobre el fármaco AstraZeneca, Alemania se dispone a dar el paso que hasta ahora solo habían dado países de Europa del este como Hungría, República Checa o Eslovaquia: negociar bilateralmente con Moscú la adquisición de la vacuna rusa Sputnik V, al margen del sistema de compras conjuntas diseñado por la Comisión Europea (CE).

La decisión de Berlín la ha dado a conocer el mismo ministro de Sanidad, Jens Spahn, que además se mostró partidario de aplicar un confinamiento más estricto en el país. Spahn precisó que las eventuales entregas de la vacuna rusa se harían una vez que la Agencia Europea del Medicamento (EMA) haya emitido la correspondiente autorización, según declaró a la emisora WDR. En este sentido, horas después, el Fondo de Inversión Directa Ruso ya anunciaba que había abierto negociaciones con el país teutón para la venta de dosis de la vacuna Sputnik V. «El FIDR ha iniciado negociaciones con el Gobierno alemán sobre un acuerdo preliminar para la venta de Sputnik V a Alemania», señaló en Twitter el fondo soberano ruso.

La Sputnik V, cuya compra no está negociando Bruselas, se encuentra en el mismo estado de análisis en la EMA que los fármacos de CureVac y Novavax, que a diferencia de la vacuna rusa sí forman parte del portafolio de vacunas preadquiridas por la Comisión Europea. Al igual que la vacuna de AstraZeneca, la Sputnik V está basada en el adenovirus.

Y en la Eurocámara surgen voces que piden a la CE que abra negociaciones con Moscú, como la del conservador Peter Liese, del mismo país y misma familia política que la cancillera alemana, Angela Merkel.

Al conocerse las intenciones del Gobierno alemán, la CE negó firmemente que se ponga en riesgo la estrategia común de la Unión Europea para la compra centralizada de sueros. «Tenemos una estrategia europea de vacunas basada en la negociación con una serie de empresas que han sido identificadas. El hecho de que los Estados miembros decidan comprar vacunas de otros productores, y ya ha ocurrido en Hungría, no es el fin de la estrategia», subrayó el portavoz principal del Ejecutivo comunitario, Éric Mamer. «Son dos cosas diferentes. La respuesta es claramente y simplemente no», reiteró sobre si el anuncio del ministro supone el fin de la estrategia centralizada de compra de vacunas.

Los Estados miembros pueden adquirir de manera bilateral vacunas que no están incluidas en la cartera pactada a nivel europeo. Por contra, no pueden tener «negociaciones paralelas» para comprar sueros que sí forman parte de la estrategia centralizada: AstraZeneca, Pfizer, Moderna o Janssen.