La Dirección General de Carreteras del Ministerio de Transportes se comprometió ayer con los alcaldes de los nueve municipios afectados por el baipás a invertir unos 25 millones de euros en la integración medioambiental y paisajística de la infraestructura en la que se tiene previsto intervenir para separar el tráfico de largo recorrido del de agitación (cuya mezcla genera un incidente semanal de media).
Los máximos responsables de Carreteras del ministerio -en València y Madrid- se reunieron ayer con los alcaldes de Bétera, El Puig, Godella, Massamagrell, Moncada, Museros, Rafelbunyol, Paterna y València, junto a la delegada del Gobierno Gloria Calero, y la secretaria autonómica de Obras Públicas, Transportes y Movilidad Sostenible, María Pérez Herrero para informar en detalle del proyecto que, en total, tendrá un coste de más de 300 millones de euros. El primer tramo en el que está previsto iniciar las obras (previsiblemente en 2022 cuando se adjudique el contrato), entre las carreteras CV32 (carretera de la Gombalda) y la CV310 y CV35 (autovía del Turia) que tendrá un coste de unos 120 millones.
A pesar de declaraciones anteriores muy críticas con el proyecto, durante la reunión de ayer no se planteó ninguna oposición a la actuación, que Carreteras justifica en la necesidad de separar el tráfico de largo recorrido (el 45 % del que recorre este tramo de autovía, camiones mayoritariamente) del de corto recorrido (el 55% del tráfico que usa el baipás, básicamente vehículos privados).
Los municipios sí han solicitado mejoras en el proyecto que mejoren la permeabilidad de la infraestructura para los residentes en la zona como pasarelas ciclopeatonales (se han solicitado tres en Godella, Paterna y por la Diputación de València que se incluirán en el proyecto). Según ha podido saber Levante-EMV de fuentes conocedoras de los detalles de la reunión, los alcaldes de Godella y València también sugirieron la posibilidad de habilitar carriles VAO (vehículos de alta ocupación) y ciclopeatonales como mejora del proyecto. También se interesaron por la posibilidad de que la circunvalación incluya una reserva de suelo para ejecutar el corredor mediterráneo por el interior (que reclaman algunas voces), aunque esta posibilidad no se contempla. Entre las mejoras medioambientales que se contemplan se incluyen 11 km de pantallas verdes de protección acústica y actuaciones de paisaje en el Carraixet.
