Las pymes del ocio nocturno de toda la Comunitat Valenciana se plantan ante el Palau de la Generalitat con una acampada que comenzará el próximo martes 13 de abril con 13 tiendas y 13 horas de duración cada día hasta que el Consell ponga sobre la mesa un verdadero plan de rescate tras 13 meses con la actividad restringida, sin ingresos y sin ayudas.

Lo harán convocados y arropados por las 15 asociaciones de la Coordinadora Empresarial de Ocio y Hostelería de la Comunidad Valenciana (CEOH), precursora de la creación de la plataforma y movimiento Asamblea de la Acampada del Ocio Nocturno, el pasado mes de noviembre, para pedir justicia para el sector.

Las tiendas se montarán todos los días a las 8 horas y se desmontarán a las 21 horas. No obstante, el día de arranque de la acampada, el martes, la inauguración oficial será a las 9.30 horas.

Las pymes reclaman que desde el Gobierno valenciano se aporten soluciones urgentes y realistas y no meros parches económicos. De hecho, no levantarán el campamento y sus protestas hasta tener sobre la mesa un plan de rescate económico, que la coordinadora ya ha reclamado y cifrado en 50 millones de euros, para garantizar la supervivencia de las cerca de 1.100 empresas del sector que quedan abiertas.

Los convocantes aseguran que no contemplan ni les dejan otra alternativa, y más tras el inmovilismo del Consell con el anuncio de mantener las restricciones actuales que pesan sobre el sector del ocio y la hostelería y ante la desesperada situación que atraviesan los locales de ocio especialmente.

Insisten que se trata de una lucha para que se haga justicia de una vez, tras 13 meses sin actividad como pubs o discoteca desde que se decretó el Estado de Alarma, abandonados, pagando los mismos impuestos sin apenas ingresos y con un plan de ayudas, que ni tan siquiera han cobrado y no cubre ni el 8 % de los gastos a los que tuvieron que hacer frente solo en 2020.

Una situación que les sitúa al límite de su capacidad de resistencia económica y personal, ya que muchos han perdido sus negocios, su medio de vida, o están a punto de hacerlo, y parte de su patrimonio personal mientras desde la Generalitat se mira hacia otro lado.

Asimismo, ahondan en que en es el único sector que tiene su actividad como tal restringida, decreto tras decreto, y sin un plan de desescalada para recuperar su normalidad, pese a las múltiples propuestas planteadas y apoyadas en los avances científico-técnicos para la garantizar la seguridad en los espacios cerrados y salir del colapso económico y parálisis en la que se encuentran.

"Ya no podemos más y queremos y necesitamos soluciones ya. Estamos viendo como cada día están cerrando definitivamente locales y salas de ocio. Uno detrás de otro, y los que vendrán si no mueven ficha desde el Consell para evitarlo", aseguran indignados, preocupados y cansados, pero dispuestos a no rendirse y a exigir un plan de choque económico acorde y justo a su situación.