El jefe del Área de Investigación en Vacunas (AIV) de Fisabio, Javier Díez, ha manifestado que con medidas "tomadas de forma rápida" como la suspensión de la distribución o administración de las vacunas de AstraZeneca y Janssen "se busca la seguridad máxima pero sin tener en cuenta el daño que se está haciendo por no ponerlas en la población".

"Las autoridades deberían plantearse siempre el riesgo-beneficio de cualquier actuación, no solo el riesgo", ha asegurado a la Agencia EFE Díez, quien ha agregado que con esas decisiones "estamos quitando el riesgo por la vacuna pero aumentando el riesgo por la infección".

A juicio del responsable del Área de Investigación en Vacunas de la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunitat Valenciana (Fisabio), "estamos en una política de seguridad extrema".

Según ha dicho, hay quien piensa que no es adecuado retirar una vacuna del mercado "en estos momentos, sobre todo ahora que está aumentando la incidencia entre la gente joven y aumentando la hospitalización".

"La pregunta es si para evitar un potencial efecto secundario, que todavía no está claro, y si ocurre es en casos muy extraños, cuántos casos de covid voy a coger. Eso es lo que los políticos no se plantean", ha afirmado.

Díez ha manifestado que con la suspensión de las vacunas se busca "la seguridad máxima pero sin tener en cuenta el daño que se está haciendo por no poner esta vacuna en la población"

"¿Qué tiene más riesgo, vacunar y que haya algún trombo de vez en cuando, o no vacunar y que la gente muera por covid?. Al final es el riesgo-beneficio", ha precisado.

Según Díez, "estamos retrasando todo el programa de vacunación y vamos a retrasar el efecto comunitario, con lo cual medidas tomadas de forma rápida, antes de hacer análisis minuciosos sobre la relación de la vacuna o no, y no seguir las recomendaciones de la Agencia Europea del Medicamento, hace que tengamos que valorar el riesgo beneficio".

Segunda dosis de AstraZeneca

Respecto a la administración de la segunda dosis de la vacuna de AstraZeneca en los menores de 60 años, Javier Díez ha dicho que su consejo es "no tener prisa" y esperar que se completen los estudios por la posible aparición de trombos y se vea el riesgo que supone.

Según Díez, la ventaja que tienen las vacunas de adenovirus, como la de AstraZeneca, es que la inmunidad "persiste durante mucho tiempo con una sola dosis".

"Con una dosis están parcialmente protegidos y de hecho en Reino Unido, a toda la población se le ha vacunado solo con una dosis y la enfermedad ha caído radicalmente", ha destacado.

Respecto a la posibilidad de inocular una segunda dosis de otra vacuna, ha aseverado que "se puede hacer pero fuera de ficha técnica. No hay estudios y no sabemos cómo se comportaría".

"Con lo cual -añade- lo más razonable es que si se para la vacunación, vamos a parar pero sin prisa de poner una segunda dosis", ha afirmado.

Liberalización de patentes

Preguntado por la liberalización de las patentes de las vacunas, considera que si se hiciera así y todo el mundo pudiera fabricar "mejoraría pero no muchísimo".

Te puede interesar:

"La fabricación de una vacuna es un mecanismo extremadamente complejo que requiere una serie de controles de calidad que muy pocas fábricas en el mundo pueden hacer", ha matizado.

Según Díez, "mejoraría el precio, con lo cual se podría fabricar más y administrarlas en países en vías de desarrollo" y ha dicho que las grandes compañías farmacéuticas que tienen capacidad de fabricar están haciendo alianzas para producir más vacunas.