Angela Merkel cumplió ayer sus amenazas: en una reunión de su gabinete, el Gobierno federal de gran coalición aprobó una reforma de la ley de protección de infecciones que limita las competencias de los 16 estados federados en el combate de la pandemia. «El freno de emergencia federal llega con retraso, y aunque sea una decisión difícil, hay que volver a recordar que la situación es grave», dijo Merkel para justificar la controvertida reforma. La dirigente ya había criticado varias veces la incapacidad del sistema federal alemán de hacer frente de manera unitaria a la crisis sanitaria y también a los primeros ministros de los estados federados por no aplicar con suficiente dureza las medidas restrictivas

Con la reforma legislativa, el Gobierno federal pretende aplicar en todos los distritos del país las mismas restricciones cuando la incidencia rebase los 100 nuevos contagios por cada 100.000 habitantes en una semana. Esa es la barrera que el Ejecutivo alemán considera crítica para evitar un colapso del sistema sanitario. Es decir, se aplicarán medidas como la limitación de reuniones privadas a un hogar más una persona externa, sin contar los menores de 14 años; toques de queda nocturnos entre las nueve de la noche y las cinco de la mañana; cierre de todos los locales de ocio y deportivos; uso obligatorio de mascarillas FPP-2 o equivalentes en medios de transporte, etc.

Además, la reforma legislativa prevé el cierre de colegios y otros centros educativos con clases presenciales a partir de una incidencia de 200 nuevos casos por cada 100.000 habitantes. De esta manera, el Gobierno federal deja un poco de margen en el llamado «freno de emergencia» federal para las familias necesitadas del apoyo de los centros educativos para poder organizar su día a día.

La decisión del Gabinete ministerial dirigido por Merkel todavía tiene que ser aprobada por el Bundestag -Cámara baja- y por el Bundesrat -Cámara territorial formada por representantes de los gobiernos de los 16 estados federados-. «Cuanto más rápido, mejor», dijo Merkel sobre la aprobación del poder legislativo de la reforma del cuerpo legal sobre la que se sostienen las duras restricciones a las libertades individuales que recoge la Constitución alemana. Se da por hecho que la reforma pase sin dificultad por el Bundestag con el apoyo de los partidos de Gobierno -CDU-CSU y SPD- y con el respaldo de los ecoliberales Los Verdes.