Las últimas 48 horas han supuesto un auténtico terremoto para la campaña de vacunación contra el coronavirus en Europa. Primero fue la paralización por parte de EE UU de la vacuna de Janssen, a las pocas horas la farmacéutica paralizaba la distribución de su suero en Europa y ayer Dinamarca se convirtió en le primer país de la UE que oficialmente dejaba de usar el suero de AstraZeneca por su relación con los trombos y la súbita bajada de plaquetas.

El viejo continente pasaba en menos de 24 horas de la euforia de recibir los primeros viales de la vacuna monodosis de Janssen a, de nuevo, la incertidumbre. La Comisión Europa ha decidido ahora apostar fuerte por la vacuna de Pfizer. Todo o nada. Se seguirán administrando las vacunas comprometidas de AstraZeneca en los grupos de edad autorizados en cada país miembro y se espera a que la Agencia Europea del Medicamente emita su veredicto sobre el suero de Janssen para comenzar a distribuirlo con igual criterio. Sin embargo, el futuro de los planes de vacunación contra el coronavirus en Europa durante los próximos años pasa por Pfizer y las vacunas basadas en ARN.

Las autoridades europeas parece que dan por ganadora la tecnología de ARN mensajero (utilizada por Pfizer y Moderna) frente a las de vector viral o adenovirus, usada por Janssen y AstraZeneca. El exceso de información al respecto y los vaivenes en las decisiones políticas han hecho un flaco favor a estas vacunas que, pese a tener según los expertos, ventajas en la inmunización a largo plazo no logran lavar su imagen.

Sin embargo, la EMA tiene pendiente aprobar nuevas vacunas que podrían arrojar nuevos impulsos a la vacunación. De momento solo se han autorizado cuatro sueros en el continente. Dos de ARN mensajero y dos de vector viral.

La agencia europea está inmersa en el estudio de un quinto suero diferente a todos. La vacuna de Novavax. Esta farmacéutica americana parece que está haciendo camino en previsión de que Europa de luz verde a su solución. Ya ha firmado acuerdos para producir su suero en Europa. De hecho, lo está haciendo en cantidades ingentes de su vacuna en O Porriño, Pontevedra.

En qué se diferencia la vacuna Novavax del resto

De entre todas las soluciones presentadas ante la EMA, la vacuna de Novavax es la menos convencional. No utiliza ni ARN mensajero ni ningún virus modificado. De hecho no utiliza las células del cuerpo para producir la proteína de la espícula del coronavirus y conseguir así la inmunidad. La farmacéutica ha optado por una vía más sencilla. Inyectar directamente en el cuerpo de los pacientes esta proteína cultivada en laboratorio.

¿Cómo funciona la vacuna?

El resultado final es el mismo salvo por el hecho de que Novavax produce de forma sintética lo que el resto de vacunas desencadenan en el interior de los pacientes. El proceso de la farmacéutica conlleva la producción en un ambiente controlado de la proteína S que recubre al coronavirus. Para ello, introducen la información genética necesaria dentro de células de polilla y éstas realizan el cultivo.

Cuando obtienen la suficiente cantidad de proteína estable e inocua, dado que solo se trata de una proteína y no del virus completo o instrucciones genéticas, las introducen en un suero con un adyuvante y un estimulador del sistema inmune.

Efectividad del suero e inmunización contra el coronavirus

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Los ensayos en fase 3 de la vacuna de Novavax le otorgan una eficacia general del 89,7% en la prevención de enfermedades leves, moderadas y graves. El ensayo de Novavax en el Reino Unido, con más de 15.000 participantes de entre 18 y 84 años, encontró que la vacuna tenía una eficacia del 96,4% contra la enfermedad leve, moderada y grave causada por la cepa de coronavirus original y del 86,3% contra la variante británica.

Desde la compañía insisten en que la vacuna que brinda una respuesta inmune muy fuerte con muy pocos efectos secundarios. Además, la dosis es muy pequeña y la vacuna se puede almacenar a temperaturas refrigeradas normales.