La posibilidad de la llegada de la vacuna rusa se enfría. Hubo semanas en las que parecía que tomaba temperatura, en que las peticiones desde varios gobiernos, bien regionales como la Comunitat Valenciana, o bien de estados miembros de la UE como Alemania podían acercarla. Sin embargo, la solución Sputnik parece hoy un camino sin mucho recorrido.

Según el experto en Salud Pública de la Fundación Fisabio, Salvador Peiró, este fármaco cuenta con una serie de problemas como para ser considerado la salvación europea. El primero y fundamental es que todavía no está aprobado y que, según las normativas comunitarias, para que se dé el visto bueno desde la EMA ha de fabricarse en alguno de los 27 estados miembros.

"Esta vacuna tiene cierto retraso porque no ha estado tutelada por la Unión Europea como otras por lo que llevará retraso", indicó Peiró en el programa Planta Baixa de TV3, un atraso que podría hacer que llegasen las dosis entre mayo y junio, "en un momento que EEUU habrá acabado prácticamente de vacunar".

El dato de que EEUU haya finalizado o haya avanzado mucho su inmunización no es baladí puesto que tanto Moderna como Pfizer son compañías estadounidenses que han destinado la mayor parte de su producción al país norteamericano por lo que un descenso de la demanda desde EEUU supondrá una mayor oferta hacia Europa. No en vano, Pfizer anunció un aumento de 50 millones de dosis para este segundo trimestre.

A este punto se añade que Sputnik utiliza como vector un adenovirus igual que hacen tanto Janssen y AstraZeneca y que han tenido hasta el momento avisos de trombocitopenia, si bien, se dan en porcentajes ridículos de un millón por cada vacunado. "Es una vacuna de adenovirus y la tendencia será no comprar vacunas de adenovirus", admite Peiró al respecto.

"Dentro de dos meses estaremos en una situación totalmente diferente, no en la que nos falten dosis", pronostica en la televisión pública catalana el experto de la Fundación Fisabio quien ha indicado que, cuando pueda llegar Sputnik, "habrá otras aprobadas como Novavax que no utilizan adenovirus". "Recomendaría no firmar grandes contratos", ha sentenciado el experto.