¿Cómo puede ser que una misma enfermedad afecte de manera tan diferente a unos y a otros? ¿Por qué hay personas que contraen una infección por coronavirus y permanecen asintomáticas y otras que, en cambio, enferman gravemente y pueden incluso perder la vida por esta razón? Un año de pandemia, y de investigaciones científicas en primera línea, han mostrado que factores como la edad o las enfermedades previas influyen en la gravedad del paciente. Mientras, la gran incógnita siguen siendo aquellos pacientes jóvenes y sanos que, a pesar de todo, enferman gravemente de covid-19. ¿Cuál es, pues, el factor que determina su pronóstico? La respuesta podría estar en los interruptores químicos que regulan la expresión de sus genes. En su epigenética.

Un nuevo estudio liderado por los investigadores Manel Esteller y Aurora Pujol, y publicado este mismo jueves en la revista ‘EBiomedicine’, identifica tres factores epigenéticos que podrían predecir la gravedad de la enfermedad. Es decir, tres claves que marcan la diferencia entre aquellos que enferman como si nada y aquellos que desarrollan cuadros clínicos graves. "Hemos estudiado el material genético de más de 400 pacientes positivos a covid-19. Todas estas eran personas sanas, sin comorbilidades y menores de 62 años. Parte de estas contrajeron la infección sin apenas síntomas y otros, en cambio, acabaron ingresadas y con asistencia respiratoria", resume Esteller

El análisis ha logrado identificar unos cuarenta puntos del genoma que diferencian los pacientes gravemente enfermos. Esto, a su vez, se ha relacionado con tres factores epigenéticos. "El primero factor tiene que ver con la expresión de unos genes que provocan una respuesta inmune demasiado fuerte. El segundo, con una respuesta inflamatoria excesiva. Y el tercero, con los desajustes metabólicos que también desencadenan enfermedades como la diabetes o la obesidad", ilustra el director del Institut de Recerca contra la Leucèmica Josep Carreras (IJC) y catedrático de genética de la Universitat de Barcelona (UB). Estos serían, pues, los interruptores químicos que desencadenarían los casos graves de covid-19.

Una firma epigenética presente en el 13% de la población

El estudio estima que alrededor del 13% de la población mundial tendría esta firma epigenética inscrita en sus ADN. "Esto significa que hay un 13% de la población que, aún estando sana, si algún día contrae el virus tendrá un elevado riesgo de enfermar gravemente", argumenta el científico. Estas cifras coinciden con lo observado durante esta pandemia, que en tan solo un año ha dejado más de 136 millones de personas contagiadas y casi tres millones de fallecidos

"Estos hallazgos pueden ayudarnos a identificar un nuevo grupo de riesgo que, en caso de enfermar, hay que vigilar más de cerca. También abren nuevas vías para la búsqueda de tratamientos contra el covid-19", comenta el científico. En este sentido, el experto esgrime que fármacos diseñados (y aprobados) para regular la expresión de los genes, y que ya se utilizan en el tratamiento de leucemias, sarcomas e inmunoterapias, podrían utilizarse frente al coronavirus.